Como me la iba a quitar de la cabeza si tan solo llevaba unos minutos sin ella y ya me moria, no queria mirar atras, el taxi se puso en marcha y ahi estaba ella de pie delante de su puerta, otra vez su mirada triste esta vez era por mi marcha, le estaba haciendo daño sin querer, en mi cabeza solo pensaba una pregunta una persona se puede enamorar tan rápido, nunca pensé ni creí en el amor hasta que se cruzó en mi camino, nunca pensé que una persona como yo con el corazón de piedra por los golpes se enamorara a si perdidamente en unas horas, una persona como yo que habia levantado um muro increbantable, han pasado demasiado mujeres por mi vida, ninguna como ella, me maldigo a mi misma por caer en su red.
Cierro los ojos, quiero olvidar, no puedo a mi mente solo pasan las cuarenta y ocho horas vividas con ella, cada caricia, cada beso, escucho sus gemidos cómo si fueran en este mismo momento, su risa, sus ojos marrones volviendo a brillar y yo ser la causante.
-Ya hemos llegado señorita.
La voz del taxista me saca de mi trance particular, abro los ojos miro hacia un lado, la puerta de la residencia donde esta mi madre, suspiro, saco todo mi aire de mis pulmones, le doy un billete de cincuenta euros, no espero al cambio, para mi eso es calderilla y a el le vendrá bien.
Me planto en la puerta, sudan mis manos, llego a paso lento a recepción, una enfermera de mediana edad me mira sonrie y espera y a mi no me sale la voz.
-Señorita desea algo?
-Eh.... Si si perdón busco a mi madre.
-Si me dice el nombre le digo en que habitación se encuentra.
-Marta soler soler.
Se me queda mirando estrañada.
-No la había visto nunca por aquí.
-Vivo fuera.
-Ya decia yo por su acento, yo misma la acompañare.
Sale de detrás del mostrador.
-acompañeme.
La sigo a unos pasos por detras, un pasillo largo hay personas mayores paseando salas con tele jugando a juegos de mesas unos están mejores, otros se ven mas mal, me entristece verlos, ley de vida, subimos al ascensor.
-Sabe que su madre tiene Alzheimer?
-Si estoy al tanto, me puede decir como me la voy a encontrar.
-No le voy a mentir, últimamente esta mas pachucha, decaida, no se acuerda de mucho tiene sus días, pero le voy a decir una cosa no hay dia que no diga su nombre.
Me quedo parada, el ascensor se abre ninguna de las dos sale se vuelve a cerrar, no entiendo que me ha querido decir con eso.
-Usted se llama Sandra?
-Si....
Sonríe, la puerta se vuelve abrir sale y yo la sigo, se para y me mira.
-La he escuchado miles de veces decir su nombre.
-Me reconocerá?
-No lo se, que la nombre no quiere decir que se acuerde de su cara... Lo siento mucho.
No digo nada agacho la cabeza, nunca me perdonare no haber venido antes a verla.
La enfermera me acompaña hasta la puerta.
-Es aquí, si necesitas algo al lado de la cama hay un botón me llamas y vendré.
-Muchas gracias.
Cuando la enfermera se marcha entro yo, me quedo en la puerta, la habitación es individual, ni es grande ni pequeña, una cama con sus cosas una televisión colgada en la pared, una ventana donde entra bastante luz y al lado un sillón con ella sentada.
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Alejate de ella!
FanfictionMalú cantante lleva unos años sumidos en el dolor por una perdida hasta que un dia se cruza ella por su camino, una advertencia clara sobre esa mujer Alejate de ella!