CRY ━ MINSUNG

¡ veintiuno !

Minho iba caminando con una chica.

Jisung la reconoció como Eunbin, la muchacha dos cursos mayor que él de cabello púrpura. Felix lo miró triste y asintió. Tomó su mano y lo alejó del lugar, tomando otro camino para ir hacia la casa del castaño.

—Quizás solo estaban caminando, o tenían que hacer un trabajo —comentó después de un tiempo.

—No hace falta, Felix. Estoy bien.

El australiano guardó silencio hasta llegar al hogar de Han. Subieron a su habitación y fue en ese momento que escuchó al castañito llorar. Las lágrimas le caían por las mejillas como cataratas y hacía todo lo posible para respirar bien, pero le era imposible. Felix notó la cantidad de veces que aparecía Minho en todas la fotos que había allí; solo son con Jisung, o con la mamá de él, o también con la abuela; en el cumpleaños de Han, o el menor durmiendo sobre Lee.

Él también podía sentirse mal.

—Perdón —susurró Jisung después de un rato, ya más tranquilo, mientras se limpiaba las mejillas con las mangas de su buzo—. Perdón, de verdad.

—No pidas perdón.

Felix se acercó a él y lo abrazó. Dejó que se resguarde en el hueco de su cuello y que utilizase los mimos que recibía en su espalda para terminar de calmarse.

—Gracias, Lix —se separó y tomó su mano—. Vamos abajo, busquemos galletitas y veamos alguna película.

—¿Estás bien? —preguntó rápido el rubio.

—Siempre estoy bien.