CRY ━ MINSUNG

¡ veintiocho !

Minho se preguntaba en que momento de su relación de apenas dos meses había accedido a llevar a un boliche a Jisung por primera vez. De verdad que intentaba buscar el momento en el que dijo "si, Jisung, voy a llevarte", pero sentía que no existía. Probablemente Sungie solo se lo dijo para convencerlo más rápido.

—¿Y qué hago cuando me pidan el documento? —preguntó el cumpleañero tomando nerviosamente la mano de su novio— ¿Y si no me dejan pasar?

—Vas a pasar porque ya tenés dieciséis.

—Pero los cumplí hoy.

—¿Y? —preguntó Minho desinteresado.

Jisung se encogió de hombros y miró para adelante. Estaba muy emocionado. Pasaría la madrugada de su cumpleaños con su novio en un boliche. ¿Había algo mejor que eso? Probablemente ver series mientras se llenaban de besos y mimos, pero Han de verdad quería experimentar lo que se sentía ir a un boliche.

Minho miró a su pequeño novio. El jean negro que llevaba puesto le hacía resaltar las piernas y como llevaba una remera blanca bastante más grande que él, podía ver sus clavículas preciosamente marcadas. Su cabello azulado estaba peinado prolijamente hacia un costado, dejando al descubierto toda su frente y se había colocado un poco de brillo labial rosado con la excusa de que estaba bastante fresco afuera y el viento haría que se le corten los labios.

—¿Ya te dije que estás hermoso? —preguntó coquetamente Lee acercándose al oído de Jisung sin soltar su mano.

Han rió y dejó un pequeño beso en la mejilla del mayor.

—Sí, ya lo dijiste. Vos también estás hermoso, Minhonnie —sonrió y paseó sus ojos de abajo hacia arriba, parándose unos segundos más en su entrepierna—. Para mis diecisiete voy a pedirte de regalo que follemos —explicó con total naturalidad.

Minho sintió sus vías respiratorias cerrarse un momento y sus rostro teñirse de todos los colores posibles. Comenzó a toser y tuvo que soltar la mano de Jisung para golpearse levemente el pecho.

—¡Jisung! —dijo una vez se hubo recuperado.

—¿Qué?

—¡No digas eso!

—¡Pero si estás buenísimo, Minho! —rió antes de volver a hablar bajo los ojos apenados de Lee— Con ese cuerpo te dejo hacerme lo que quieras, Hyung —dejó un besito en sus labios y se alejó sonriendo.