¡ cuarenta y dos !

17.9K 2.2K 1.9K
                                    

Minho sonrió orgulloso y apoyó los imanes contra la heladera, sosteniendo el dibujo que Jeongin le había hecho esa mañana. La puerta blanca del pequeño refrigerador ahora estaba decorada por un tierno y significativo dibujo, tanto para Minho como para Jisung. Lee suspiró feliz pensando en que ese sería el primer dibujo de muchos, y que llegaría un día en que sus propio hijos lo dibujen a él y a Jisung, con sus manos entrelazadas; y luego sus nietos los dibujarían todos arrugaditos, pero juntos. 

Un sentimiento de dulce calor se adueñó de su pecho.

—¡Minhonnie! —escuchó a Jisung gritar desde la habitación— Vení a acostarte.

El pelinegro no respondió y se dedicó a apagar rápidamente las luces de la casa para finalmente descansar.

Entró a la habitación que compartía con Jisung y se encontró con el menor envuelto en mantas, formando una pequeña montañita sobre el colchón y dejando ver solo sus ojos y mejillas rosadas. 

Minho sacó su celular frente a la emocionada mirada de Hannie y le tomó una foto.

—¿Tanto frío tenés? —preguntó mientras se quitaba la ropa para meterse en la cama.

—Es que si vos no estás abrazándome pierdo mucho calor corporal. 

Los cachetitos rojizos de Jisung y sus ojitos entrecerrados derritieron el corazón de Minho, y sin siquiera correr las mantas, se tiró sobre el pequeño cuerpo de su novio. 

Jisung soltó unos quejidos hasta encontrar la posición perfecta para que sus cuerpos encajen. Colocó su rostro en el hueco del cuello del mayor y dejó que este lo abrazase a su gusto, sintiendo una de sus manos acariciar su cintura sobre las mantas y la otra jugar con su cabello. 

—Me gusta estar así —susurró Minho en el oído de Han—. Así con vos entre mis brazos, los dos cansado por haber cuidado a mis hermanos, pero llenos de felicidad y amor. Al menos yo siento eso.

—Me siento igual. Muy igual. Me llena el alma verte bien. 

Minho rió por lo bajo, un tanto avergonzado por las palabras de Jisung. 

—Mañana tengo que ir a la universidad, a buscar mis horarios para cuando empiecen las clases. ¿Podrías acompañarme? Estoy nervioso.

—Te acompañaría hasta el fin del mundo. 

Se acomodaron de una vez por todas, sacando varias mantas de arriba de la cama, dejando solo una finita para taparse y las demás en el piso. Minho dejó que Jisung se coloque como un pequeño bebé entre sus brazos, acurrucado y buscando contacto con el cuerpo del mayor. 

Ojalá ambos hubiesen sabido que esa sería una de las últimas veces que podrían hacerlo. 





¡ !

gracias por los 100k de lecturas en cry <3

alsooo, voy a editar los errores del fic y armar los próximos capítulos, por lo que seguramente tarde todavía más en actualizar :(

CRY ━ MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora