CRY ━ MINSUNG

¡ setenta y cinco !

*leer el capítulo reproduciendo la canción para una mejor experiencia

10 días antes

Cuando Jisung despertó, su cuerpo dolía. No era un dolor que podía localizar, simplemente le dolía y ya. Su pecho le pinchaba y sentía en la garganta un nudo enorme, uno que en cualquier momento le cortaría el aire. 

El reloj de su celular marcaba que ya había pasado el mediodía, y era extraño porque siempre se levantaba para prepararle un café a Minho; su reloj interno se había acostumbrado a eso. Sin embargo, esa vez no lo había hecho y no quedaba nada de Minho en la habitación más que su perfume en la almohada. 

Jisung se sentía extraño.

Su cuerpo temblaba y se sentía muy nervioso. La ansiedad no se quedaba atrás. Parecía esperar algo, pero no sabía muy bien qué. 

Pasó parte de la tarde intentando explicar lo que sentía. Por qué el día parecía tan oscuro si por la ventana podía ver el sol entre los edificios de la ciudad, o por qué se sentía tan frío a pesar de ser primavera. No lo entendió hasta que sus pensamientos se centraron en él mismo, y en Minho.

Llegó a la conclusión de que iba a hacer algo, no sabía cuando, pero la falta de Minho se había hecho insoportable. Su bonito Hyung no se iba, pero tampoco se quedaba; y lo extrañaba tanto, tantísimo. Su pecho dolía de solo pensar en Minho, y donde antes sentía un reconfortante calorcito, ahora había un frío cortante y arrasador. 

Jisung no podía aguantar más. 

Su cabeza viajó por todos los años que compartió con Minho. Recordaba todas las veces que el mayor le había dicho que él no era un buen partidario para Jisung, que debía estar con alguien mucho mejor. Y Jisung se negaba a creerlo, a aceptar que él y Minho eran dos personas con formas distintas de amar. Minho se lo dijo miles de veces, Jisung debería haber previsto esta situación en la que se encontraba, en la soledad, la incertidumbre, el abandono que él mismo sentía que había realizado con su propia salud mental. 

Si Minho le avisó que él no era el indicado para Jisung, esto no debería ser una sorpresa, ¿no?

Pero Jisung amaba a Minho, tanto como para ignorar sus advertencias y tener fe en que las cosas saldrían bien. Porque su hilo rojo estaba unido, porque a pesar de todos ellos terminarían encontrándose y sería por siempre felices. 

Jisung quería ser feliz en el país de Nunca Jamás con Minho, pero no sabía si su novio también quería eso.

¿Minho también querría un hijo llamado Soobin? 

¿Querría irse de vacaciones con Seungmin y Jeongin?

¿Querría adoptar más gatos?

¿Querría pasar la vida junto a Jisung?

Y por mucho que le doliera, Jisung no estaba seguro de que Minho quisiese todas esas cosas, al menos no con él, al menos no ahora.

Él siempre estaría para Minho, y quizás Minho para él. Pero esa vida los estaba consumiendo. 

Así que respiró profundo. Aunque necesitase a Minho, también se necesitaba a él mismo. Y luego de pensarlo varias veces, decidió que quizás era el fin de todo por lo que había luchado desde que conoció a Lee Minho en el cubículo de los baños cuando tenía tan solo ocho años.