¡ veintisiete !

26.6K 3.4K 2.7K
                                    

Las manos de Minho peinaban de cualquier forma que se le ocurría los cabellos húmedos de Jisung. Intentaba llevar el producto a todos los rincones de su cabeza para que así su nuevo color quedase perfectamente parejo; después de todo, Minho había dicho que era muy bueno tiñendo cabellos.

—¿Me quedará bien? —preguntó el menor mirándose al espejo una vez Lee le dijo que había terminado.

—Todo te queda bien —comentó despreocupado mientras se lavaba los restos de productos de sus manos—. Todavía me acuerdo de ir a tu habitación en tu cumpleaños número trece y verte con el cabello rubio pastel.

—No sé por que hice eso, de todas formas.

—Te ví y pensé que había visto una estrellita.

—¿Para tanto?

—Sí.

—Pero las estrellas brillan —Jisung lo miró serio mientras acomodaba el toallón en su cabeza.

—¿Y vos? Sos la estrella más brillante de todas.

—Pero en ese momento apagué mi luz con tal de verte brillar, Hyung.

Algo dentro de Minho se rompió en ese instante. Han Jisung era mucho más de lo que alguna vez él llegaría a ser y no merecía todo su amor y cariño.

—No debería haber dicho eso—dijo bajito, acercándose al mayor para fundirse en un abrazo flojo y descuidado—. Me gusta que brilles, Minho.

Las manos del pelinegro subieron hasta los omóplatos de su novio y allí se quedaron, acercándo el pequeño cuerpo entre sus brazos aún más al suyo, queriendo prender su lucecita y brillar juntos.

—Bien —dijo Jisung después de un rato, soltando todo el aire que contenía en sus pulmones—. Veamos una serie mientras esperamos que la tintura haga efecto.

Minho sonrió levemente y después de separarse, dejó un besito en la frente de Han.

[…]

Mientras Jisung tenía toda su cabeza bajo la canilla, Minho intentaba sacarle toda la tintura que había quedado.

—Vamos, te seco el pelo —dijo una vez hubo terminado.

Jisung se dejó hacer, sintiendo las suaves y calmantes manos de Minho acariciarlo y peinarlo despacito.

El menor creía que ahí donde Minho estuviera, estaría él también, aunque doliese.

—Vamos a estar juntos por siempre, Honnie Hyung.

Las palabras tomaron por sorpresa al pelinegro, que dejó caer sin intención el secador de pelo. También cayeron las ilusiones de Jisung.

—¿Qué pasó?

—Nada.

Jisung bajó la vista y dejó que Lee siguiese con su trabajo.

Una vez terminó, se levantó de la silla en la que se encontraba y se dirigió al baño.

El nuevo color le había quedado genial, sí. Minho tenía razón. Sin embargo, sentía que algo le faltaba, le dolía el pecho y tenía inmensas ganas de llorar. Sonrió despacio hacia su reflejo y volvió donde su novio.

—Gracias, Minho.

—Estás hermoso —dijo acercándose al ahora peliazul y chochando sus frentes—. Espero verte cambiar de colores toda mi vida.

—Minho... —pronunció con un pequeño puchero en su rostro.

—Siempre juntos, Sungie. Siempre.

Unió sus labios en un dulce beso y dejó que el menor se refugie en sus brazos. Dejó que se descargase sobre su hombro sin  importarle si alguna lágrima mojaba su camisa blanca.

—No llores, bebé. Odio verte llorar.










le dijo bEBé aaAAAAAAAAAashdhsjsjj

CRY ━ MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora