RESET (NCT-T/N)

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—¿Un celular? — rió el señor ante tal petición de _______.

—Sí, señor.

—¿Para qué? — preguntó con una inmersa tranquilidad y una ligera sonrisa.

—Para entrar a Naver y comprar cosas... ah y también quiero dinero.

El CEO Lee estaba sorprendido por la actitud de ______.

—Está bien, puedes tener todo eso, pero dime. ¿qué harás con Jisung?

Había olvidado el pequeño detalle, pero no dejo que fuera un inconveniente. 

—Me tomo de sorpresa su viaje, pero no se preocupe, ya tengo todo planeado para cuando vuelva.

—Bien, confió en ti. — dijo el CEO convencido de la sinceridad de una niña de diecisiete años. — Le diré a Yoojin que te consiga un celular para mañana y tendrás una tarjeta, no te preocupes.

______ regreso victoriosa al apartamento acompañada del CEO, que inmediatamente le dio la orden a Yoojin.

—¿Esta seguro, CEO Lee?

—¿No la conoces bien aún? Ella no se detendrá hasta obtener lo que quiere.

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Y fue así como al día siguiente _____ recibió un celular y una black card. Ambos manager le explicaron todo lo que debía de saber, por suerte ______ aprendía rápido.

Ese día la muchacha no salió de la habitación para nada, el único que la vio abajo fue Jeno y ella fue directo a recibir el pedido que había llegado.

Ellos estaban fastidiados por el comportamiento de _____, ni ellos eran ya así... o eso pensaba Chenle quien era el más enojado por la situación. Incluso le echaban la culpa a Doyoung por enseñarle el Internet y por retarla, ya que Johnny les había contado todo.

______, por otro lado, ______ estaba sumergida en Naver. Paso los siguientes cuatro días así, pedía algo nuevo y tal como el hoodie rosado que Johnny le regalo, todos llegaban a la puerta de su casa. Estaba sorprendida.

Hasta que ese día, en su paraíso se dio cuenta de un problema...

Restricción de edad.

La plataforma de Naver es tan estricta que para ver ciertas cosas debes de confirmar tu edad con el número de carnet de ciudadano coreano... cosa que ella no tenía.

Fue ahí donde todo tuvo sentido para ella ya que, a pesar de navegar bien a fondo, nunca encontraba algún tipo de juguete sexual... ropa interior fue lo más erótico que vio en esos últimos días.

Así que, a tan solo cuatro días para que Jisung regresara, a la hora del almuerzo, solo con cinco niños presentes, ella... necesitaba preguntar.

—Chenle, ¿Tienes cuenta de Naver?

El muchacho, de reojo, le contesto:

—No. — El tono de fastidio era muy notorio para todos, incluso ______ lo notó y ella no sabía porque se comportaba de esa manera si no había hecho nada malo.

—¿Por qué preguntas? ~ — dijo Jaemin con un dulce tono, como siempre.

—Quiero comprar algo, pero necesito una cuenta en Naver.

—¿Y por qué no te creas una? — preguntó Jeno inocentemente.

—Necesita estar registrada como ciudadana. — le explico Jaemin.