RESET (NCT-T/N)

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Las dichosas semanas pasaron, como dijeron, casi un mes.

________ simplemente trataba de no olvidar que hacia ahí y por quienes esperaba.

Todas las tardes, antes de que anochezca se le permitía salir al corredor de afuera, donde está el ascensor y las demás puertas a los otros departamentos, para hacer el reciclaje y enviarlo por los conductos de basura. Esa era una oportunidad para ver el cielo desde el gran ventanal o respirar algo de aire fresco.

Veía las puertas con la esperanza de que Johnny, Doyoung, Winwin o incluso Yuta salieran por alguna de ella a saludar, pero estaba más que claro que eso no sucedería. Y si, de cierta forma se sentía abandonada. Tal vez si tuvo que haber aceptado a esa nana que le ofrecieron.

En fin, sus días eran normales. Siempre se mantenía al tanto lo que sus amigos hacían en el extranjero gracias a su televisor y al Internet. Incluso compraba mercancía oficial, aunque la escondía ya que una inexplicable vergüenza la inundaba...

Durante todos esos días, la misma melancolía la obligo a leer el libro entero que Renjun una vez había traído para ella, hay veces lo leía en el sofá, en su habitación o en la habitación ajena que ahora se había vuelto más acogedora.

Su habitación era aburrida sin la fastidiosa voz de Haechan.

Quería ver la partida de cualquier cosa que Jisung y Chenle estuvieran jugando, por más aburrido que sea.

Tener a Jeno a su lado mientras resolvían algún problema matemático solo para ver lo bien que lucía estando concentrado.

Esta situación era perfecta para un: "No te das cuenta lo que tienes hasta que lo pierdes"

Incluso cuando veía la caja de los jugos de calabaza ya sin ningún sobre dentro, de alguna forma pensaba en Jaemin también.

El departamento era tan gran para una sola persona, que era inevitable no sentirme triste. Sus días habían sido más interesantes hasta en el sótano, pero ahora simplemente... estaba sola.

Hasta que un día, sintió nuevamente esa adrenalina.

Era las ocho de la noche, se le había hecho un poco tarde con el asunto del reciclaje así que tomando las bolsas salió al pasadizo. Se puso frente al conducto de basura y cosa por cosa fue arrojando en el compartimiento que correspondía.

Todo iba bien, como siempre solo que un poco más tarde de lo habitual y aparte de eso un sonido MUY familiar, se hizo presente.

—¿Quién es ustedes? —escucho ______ en un acento horrible, justo después de que el sonido de una puerta cerrándose se hiciera presente.

Los pequeños vellos del cuerpo de la muchacha se escarapelaron y su corazón se aceleró.

Tratando de relajarse, tomando aire giro.

Un muchacho de cabello negro, ojos ligeramente saltones y redondos, con una máscara baja la cual subió inmediatamente cuando la muchacha mostró su rostro.

Cuando el delgado joven miro correctamente a la muchacha, volvió a hablar.

—El otro edifico es el de las mujeres. — fue lo que dijo antes de irse hacia el ascensor.

A partir de ese día la muchacha trataría de que no se le hiciera tarde para sacar la basura.

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Después de aquel día nunca más se volvió a encontrar con aquel muchacho. Siguió como todos los días, ya faltaba poco para que sus amigos regresaran, exactamente un día.