«Y es cuando otras personas se involucran en su destino, que se dan cuenta de que los problemas que habían atravesado a sus dieciocho años no se comparaban a los de diecinueve, y que proteger su corazón resulta más difícil que intentar salvar al mun...
La historia que Jungkook le había contado lo dejó perplejo y un poco angustiado por su estadía en el lugar. Aún así, la mayoría de los hechos sólo se basaban en rumores o leyendas que, Seungmin, no podía clasificar como verdad o mentira, pero eran contadas sin tartamudeos por Kook y eso era más que suficiente para que el menor se sienta de repente cohibido en el lugar.
— Existió hace muchos años, aproximadamente veinticinco, un rey, uno que gobernó por mucho tiempo ya que era adorado por el reino — había empezado a contar el mayor — él tenía alrededor de once discípulos, los considerados mejores hechiceros del planeta y los más respetados. Cuando el Rey antiguo se dio cuenta que estaba demasiado viejo como para seguir, decidió elegir a los cinco mejores discípulos para que de ese grupo salga el futuro Rey.
— ¿El rey SeokJin ganó? — interrogó el menor interrumpiendo.
— Guarda silencio, voy a continuar. — Seung puso una mueca de disgusto — El primer discípulo era Im Jaebum, algunos dicen que si no hubiera muerto, lo más probable es que sea el rey actualmente.
— ¿Era el hermano de Yugyeom? — cuestionó el peli marrón rojizo y el mayor asintió. — ¿Cómo murió?
— Primero desapareció y luego de tanta búsqueda, encontraron su cuerpo cerca a la isla del futuro. — respondió rápidamente; el menor abrió levemente su boca.
— Yugyeom era muy joven, ¿Verdad? — el mayor asintió.
— Era un niño. — añadió el mayor con cierta pena en su voz. — Él tenía tu edad.
Seungmin palidecio; bajó la mirada consternado y murmuró:
— Debió ser muy difícil para su familia . . .
— Su padre sufrió de depresión y murió por la pérdida. — comentó — Y la madre se suicidó, dejando solo a Yugyeom . . . Desde entonces le tiene un gran odio al rey SeokJin, pues existen los rumores de que él los mató.
— ¿Con matar, te refieres a Jaebum y a quiénes más? — preguntó con sorpresa; el mayor fruncio los labios.
— Jaebum no fue el único discípulo que murió.
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Giró su cabeza para poder mirar a su amigo con mayor detenimiento. Ya no se veía tan deprimente y eso calmaba su corazón. Aún así le sopló en la oreja para llamar su atención o hacerlo reír, pero lo único que consiguió es que Felix abra los ojos y le dedique una mirada.
— ¿Cómo te sientes? — interrogó preocupado.
— Creo que sigo sin estar listo para verlo. — manifestó sincero — Será difícil, ¿No es así?
— Aigoo~ — comentó para aligerar la tensión en el ambiente. — Haces que las cosas sean difíciles desde ahora, simplemente sal, besa a Changbin y sean felices durante todo el tiempo que les queda. Pierdes tiempo estando echado en ésta cama y hablando del futuro conmigo.
