«Y es cuando otras personas se involucran en su destino, que se dan cuenta de que los problemas que habían atravesado a sus dieciocho años no se comparaban a los de diecinueve, y que proteger su corazón resulta más difícil que intentar salvar al mun...
La respiración de alguien chocar contra sus labios lo hizo sonreír al imaginar de quien se trataba. La única persona que, mientras él dormía, se echaba a su lado y lo admiraba mientras paseaba por el mundo de los sueños.
Abrió los ojos pesadamente, aún manteniendo aquella sonrisa adornando su rostro. Pero aquella tranquilidad en su interior fue azotada de un segundo a otro cuando descubrió quien era la persona que dormía como un pequeño y hermoso ángel a su lado. Su corazón se agitó y sus ojos brillaban como dos faroles en medio de la noche. Jeongin mantenía una relajada respiración, dando a indicar que estaba cómodo durmiendo, ahí, a su lado, tan cerca pero tan lejano a la vez para él. Unas inmensas ganas de tocarlo, abrazarlo y besarlo lo invadieron, haciendo que ese mismísimo paraíso se sintiera como el maldito infierno.
El menor despertaba poco a poco y Chan no había despegado su vista de él desde que abrió los ojos. La mirada de Yang chocó con la suya de manera gratificante y cautivadora. El menor sonrió y el corazón de Bang se aceleró aún más. Todo estaba bien, había pensado por un momento que estaba superado, que no sentía aquello llamado amor por él, que poco a poco Woojin se estaba apoderando de su corazón, hasta que Jeongin decidió darle entender que no era así, nunca fue así.
— Buenos días, Channie hyung. — murmuró el menor con una sonrisa de labios.
— ¿Qué haces aquí? — su voz salió algo temblorosa, y rogó porque el menor no lo haya notado.
— Me siento ofendido. — informó el menor mientras formaba un puchero.
— No quise que sea así. — dijo rápidamente. — Pero nunca has dormido conmigo.
— ¿Lo ilusione? — como no tienes idea — Pensó que era Woojin, ¿Verdad? — hubiera sido mejor que sí — Lo siento, no soy la persona de la que está enamorado. — claro que lo eres, tonto.
— Así parece . . .
— Le haré una confesión. — manifestó, dando a lucir sus adorables hoyuelos. — Hace casi un año, pensé que estaba enamorado de mí . . . Pero estaba enamorado de Woojin.
— Es mejor así, ¿No? — interrogó, con un hilo de esperanza de que la respuesta sea negativa.
— Por supuesto. — mierda — Ahora yo estoy con Hyunjin, sería terrible si tienes sentimientos hacia mi.
— Hablando de tu . . . Novio. — le costó terminar la frase, pero no demostró algún signo de dolor — ¿A él no le molesta que estés aquí?
— Él duerme, aparte, sabe que tú eres mi hyung favorito. — el menor se acercó a abrazarlo, sintió su respiración chocar con su cuello y no pudo evitar suspirar. — Te quiero mucho.
— Yo también te quiero. — te amo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Seungmin sentía con claridad la pesada mirada del rey encima de él. Tanto que ni siquiera podía comer con tranquilidad, subió su vista con dirección a él y éste sonrió complacido.