Jeongin se dio cuenta que las habitaciones afectadas habían sido la de Woojin, la de Minho, Jisung y Felix. Al parecer aquella noche debían dormir en otra habitación, puesto que se sabían que dormir con plantas era malo y debían realizar una limpieza exhaustiva para sacar todos esos tallos y raíces que decoraban bruscamente sus aposentos.
— Es una pena, hoy tendrás que dormir conmigo. — comentó con fingida molestia Changbin.
— ¿Es así?, ¿No hay otra opción? — le siguió el juego Felix frente suyo.
— Puedes dormir en mi habitación si así te apetece. — irrumpió en su conversación Jeongin con una sonrisa.
— Hey, no, Felix es mío. — exclamó el peli negro, atrayendo el cuerpo de su pareja al suyo, junto con un puchero de labios.
Yang y Lix rieron. Era divertido conocer una faceta muy diferente en la personalidad de Seo.
— ¿Cómo va su relación? — interrogó el menor de los tres algo interesado.
— Está como tiene que estar-
— Bastante bien. — interrumpió Felix con una sonrisa.
— ¿Hyunjin y tú ya se reconciliaron? — preguntó el peli negro, observando como el rostro del menor se volvía una mueca triste e incómoda. Felix golpeó el hombro de su novio con el ceño fruncido. — ¿Dije algo malo? — se quejó el mayor.
— Iré a la cocina. — informó Jeongin, para luego retirarse inmediatamente.
Se dirigió a la escaleras con apuro, como si haciendo aquello estuviera escapando de todo. Pero muy lejos de esa idea se encontró, cuando subió su vista del suelo, a los dueños de sus noches sin dormir. Hyunjin y Seungmin abrazados, como si estuvieran ajenos a todo, y a todos.
— Está bien. — comentó en voz alta, tratando de evitar que su voz se quiebre — entiendo, ustedes dos ya se encuentran en una relación de nuevo . . . ¿Verdad? — la pareja ya se encontraba uno alejado del otro, mirándolo fijamente con desconcierto. — Hubiera sido mejor si yo fuese un distraído, pero lamentablemente todo lo que hace Hyunjin me importa demasiado como para pasar desapercibido para mí. Aún así, es verdad . . . Yo lo evite, lo evadi, y me mentí a mí mismo diciendo que me amabas, que sólo estabas confundido porque Seungmin, tu primer amor, había vuelto, pero que yo era tu verdadero amor, porque sería una mala jugada del destino hacerme sentir esto que hasta ahora siento por ti como para no ser correspondido. Doleria tanto que hasta podría morir, pero no debería ser así, el amor no es así . . . El amor debería ser una razón para vivir. Pero, ¿qué puedo hacer? — habló consternado a la pareja que aún se mantenía en silencio. Jeongin sólo quería ser sincero consigo mismo, al menos debía ser él la única persona honesta en su vida, después de que todas las personas que amaba siempre le habían mentido. — Aquí es cuando me pregunto si tú, Seungmin . . . — miró directamente a los ojos del mencionado — ¿Lo amas tanto como yo? — interrogó y sus ojos no pudieron retener por más tiempo las lágrimas pre destinadas. — A veces no me lo llego a creer, y me odio por sentirme tan mal por alguien que no siente más que un afecto por mí. Es lamentable . . . yo soy lamentable.
— Jeonginnie-
— Sólo denme tiempo, por favor. — pidió, intentando no sollozar. — Estoy renunciando completamente a ti. — dijo mirando a Hyunjin. — Créeme cuando te digo que . . . te dejaré ir, pero no es tan fácil, así que ambos denme tiempo y no se muestren amor cuando esté cerca.
— Jeongin . . .
— Oh, mierda. — le interrumpió al mayor. — Ustedes dos ya han hecho el amor, ¿verdad? — interrogó, siendo una corazonada, pero el peli negro asintió resignado. — Todo este año yo intenté tener relaciones con Hyunjin, luego vienes tú y con una semana lo logras. — secó sin sutileza sus mejillas mojadas; su semblante serio los puso nerviosos. — Supongo que ya fue suficiente, es hora de alejarme; no es sano para mí seguir así. — admitió como si le hubiesen quitado una venda de sus ojos. — Al menos hubieran esperado a que lo que queda de relación acabe, creo que hubiera dolido menos que una infidelidad.
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S T R A Y : 𝒌𝒊𝒅𝒔
Fanfiction«Y es cuando otras personas se involucran en su destino, que se dan cuenta que los problemas que habían atravesado a sus dieciocho años no se comparaban a los de diecinueve, y que proteger su corazón resulta más difícil que intentar salvar al mundo...