S T R A Y : 𝒌𝒊𝒅𝒔

°¦LXVIII. Un solo corazón¦°

La barrera psíquica fue creada con éxito. El único que quedó fuera fue Hyunjin.

El peli negro recordó cada momento que había vivido junto con Seungmin con cada paso que daba hacia él.

La primera vez que lo vio y cómo fue ignorado completamente.

La vez que chocó con él en su primer entrenamiento en el bosque.

La vez que lo abrazó cuando había creado una tormenta.

El día que lo besó por primera vez.

Su declaración de amor.

Sus momentos románticos en la cocina, frente a todos.

Sus besos en su habitación.

Las muchas veces que deseó dormir con él por el resto de su vida.

La vez que se fue y el momento que volvió.

Su primera vez con él haciendo el amor.

Su propuesta de noviazgo.

Su amor aumentando con cada sonrisa que le regalaba.

Todo. Recordaba todo lo que había vivido junto a Seungmin, y deseaba con todo su corazón poder vivir más cosas a su lado.

Su objetivo era uno y era claro. Una vez, cuando ya estaba lo suficientemente cerca como para que el menor se dé cuenta de su presencia, atrajo los rayos hacia él, causando un estrepitoso ruido a la vez que su cuerpo empezaba a emanar brillo cegador. Seungmin alzó su vista de Changbin hacia él y fruncio el ceño molesto.

— ¡Alejate! — exclamó el menor, más que una orden, parecía un ruego.

— ¡Debemos hablar!

— ¡No! ¡No quiero!

— ¡Yo sé que mi Minnie sí quiere! — pronto, con aquellas palabras, el peli marrón rojizo dejó de extraer el poder de Changbin y lo miró fijamente con atención. — ¡También sé que mi Minnie no le haría daño a nadie . . . porque él no es un monstruo como de niño pensó! — fue acercándose furtivamente, aún manteniendo su brillo. — ¡Sé que él ha pensado por mucho tiempo que nadie, nunca jamás, llegaría a amarlo de verdad, porque mi Minnie pensaba que lo único que sentirian por su verdadero yo, era miedo! — ya podía dejar de alzar la voz para ser escuchado, puesto que estaba lo suficientemente cerca. — Además, aunque él nunca me lo dijo, yo sé que él tenía miedo de sí mismo-

— Hasta ahora . . .

— No es así. — habló con firmeza. — Porque mi Seungminnie aprendió a controlar sus poderes, y él me lo dijo y yo confío plenamente en él. — los ojos del menor comenzaban a volver a su color natural. — También sé que él aprecia mucho a Changbin, y jamás le haría daño, pese a que en el pasado, él sí se lo hizo. — manifestó y el peli marrón rojizo miró la energía roja que llevaba en manos y se la devolvió a Seo rápidamente.

Changbin cayó al suelo de lado, sintiéndose adolorido y débil por la lluvia que en ese momento se detenía, pese a ello, en vez de irse, se quedó esperando.

— Mi Minnie quiere mucho a Felix y a Woojin, porque más que sus amigos, ellos son su familia. — murmuró Hyunjin y el menor parecía estar a punto de llorar; con su mano ordenó a que los cuerpos de sus amigos desciendan. Changbin se apresuró en ir por sus amigos apresurado, con todo lo que pudo. — Ahora sé que él está aquí ahora. Frente a mí. — añadió con una pequeña sonrisa de labios.

No supo en qué momento ambos terminaron a menos de un metro de distancia. Hyunjin aún brillando en medio de la oscuridad, y Seungmin mirándolo con admiración y cierto grado de vergüenza y arrepentimiento.