S T R A Y : 𝒌𝒊𝒅𝒔

°¦L. Inefable¦°

Era fascinante observar la belleza de las cosas, y de las personas; y no había duda de que  Han encontraba belleza en Hyunjin, hasta cuando tomaba un vaso agua.

— Wow, hasta puedo decir que estoy orgulloso de ser tu amigo. — murmuró el menor con extrema admiración, causando que el mayor casi escupa el agua que estaba bebiendo, y aquello borró toda imagen bella que tenía el menor de él. — Eres un asco.

— ¿Por qué no me dejas tomar agua tranquilo? — se quejó entre risas el peli negro, contagiando al rubio.

De repente el ambiente se volvió más sombrío, ya que Han dejó de reír de un momento a otro y miró al más alto preocupado.

— ¿Para qué crees que Chan llamó a Seungmin? — interrogó entonces; el mayor se encogió hombros, indicando no tener ni la más mínima idea.

— Realmente no lo sé, pero tal vez se lo pregunte luego.

— ¿Y te responde? — cuestionó en son de burla, y el mayor lo miró desentendido. — Digamos que la relación tan linda y llena de confianza que ambos tenían ya no es la misma.

— Yo creo que sí nos tenemos mucha confianza. — manifestó con doble intención en su oración; el subir y bajar de sus cejas, más aquella sonrisa picarona hizo abrir en una "O" la boca del menor.

— Hwang Hyun Jin, ¿exactamente que mierdas has hecho? — le siguió el juego su amigo; el mayor soltó una risa.

— No se lo he dicho a nadie, y Seungminnie tampoco, pero te lo contaré a ti porque confío en que no se lo dirás a nadie, ni mucho menos a Minho. — murmuró el peli negro y el menor asintió repetidas veces con convicción.

— Confía en tu querido amigo. — dijo en voz baja el menor; el mayor bajó la mirada avergonzado, y empezó a jugar con sus dedos de forma infantil, junto con una sonrisa tímida; los recuerdos de aquella noche causaron un rubor en sus mejillas.

— Él y yo lo hicimos, Hannie. — susurró apenado; el menor abrió los ojos como platos. — Realmente hicimos el amor.

— ¿En serio? — preguntó el rubio anonadado; el mayor asintió aún sin poder mirarlo fijamente. — ¿Cómo? ¿Cuándo?

El mayor, ya emocionado, estuvo a punto de responder, pero al ver más allá de Jisung, pudo ver a Chan dirigirse a las escaleras, y eso significaba que Seungmin ya estaba libre.

— Mañana te lo cuento más detallado.

— Por favor, no. — pidió como súplica Sung y el peli negro sonrió mientras salía de la cocina, para luego desaparecer del lugar. — Ah, entonces lo estaba esperando a él. — murmuró para sí mismo el rubio, entendiendo que Hwang había estado todo ese tiempo en la cocina esperando de cerca a Seung.

Hyunjin se encontró en la puerta a Seungmin. Él miraba el cielo nocturno desanimado, por lo que el mayor rodeó su cintura con sus brazos y apoyó su mentón en el hombro de éste, sin borrar su sonrisa, con tal de hacerlo pensar en otra cosa, queriendo servir como distracción.

— ¿Estás bien?, ¿Chan no te dijo nada raro o hiriente? — interrogó preocupado, pero el menor negó.

— Creo que metí la pata. — admitió en voz baja; el peli negro fruncio el ceño.

— ¿Dijiste algo indebido o qué? — cuestionó aún confundido, pero el menor volvió a negar.

— No te lo puedo decir. — confesó, y después de aquellas palabras el mayor lo soltó, para luego pararse a su lado.

— ¿No confías en mí?

— Esto realmente no te puedo decir. — volvió a recalcar; el más alto asintió resignado.