Sopló el polvo que se desprendió de la pasta del libro con rapidez, pero que quedó dispersado en el aire como si estuviera en cámara lenta. Chan le dio una ojeada para luego soltar un suspiro de nostalgia.
— ¿Pasa algo? — le interrogó Hyunjin curioso, parado a su lado, también con un libro en manos.
— Sólo . . . extraño a Woojin; él me ayudaba mucho con todo esto de la búsqueda. — respondió sincero y el menor asintió ante sus palabras.
— Siempre tenemos a quien extrañar. — admitió con un tono de voz medio triste, uno que notó el líder de inmediato.
— ¿A quién extrañas tú?
— A quienes, dirás. — lo corrigió con una pequeña sonrisa de labios. — A mis hermosas y bobas hermanas, por supuesto.
— Yuna, Lia y . . .
— Yeji. — completó su oración sin problema. — La mayor de las tres, la que más se parece a mí, y no hablo por lo estúpido que soy, sino, físicamente.
— Esa es una buena noticia. — trató de alegrar la conversación el contrario, sin tener éxito, puesto que la sonrisa triste del menor le indicó que no se sentía aún bien. — Pronto se reunirán; no estés triste.
— Y luego los extrañaré a ustedes, ¿ves?, siempre tenemos a quien extrañar. — manifestó pretencioso; el mayor asintió mientras fruncia los labios. — Pero a él me lo llevaré. — señaló con la mirada a Seungmin, quien estaba bastante concentrado en uno de los libros que había encontrado en el suelo. — Yo no veo un futuro sin él a mi lado.
— ¿Ya se lo dijiste a Jeongin? — interrogó entonces Chan interesado en la vida amorosa de su amigo.
— Baja tu volumen de voz; Felix podría escucharte. — murmuró preocupado. — Ay, carajo. No es tan fácil.
— Romper el corazón de alguien, no, no lo es. — admitió con obviedad. — Aunque yo ya lo hice, y créeme, sientes que has liberado a esa persona, y aunque al principio te sientes mierda, después entiendes que es superable y lo mejor para ambos.
— Por favor, no ahora uno de tus discursos. — rogó con diversión. Ambos rieron.
Minho miró a Felix de reojo, pero éste lo evadio olímpicamente. No podía creer que su relación había llegado hasta ese punto, y lo peor era que ambos ya habían sido perdonados por sus parejas, y aún así, Felix no se dignaba a dirigirle la palabra.
— ¿Serás así hasta el final? — reclamó por una respuesta el mayor.
— Eres como el fruto prohibido, Minho. — dijo sin mirarlo, para luego coger un libro y mirarlo fijamente a los ojos por unos segundos. — Y yo no pienso probarte.
Luego se fue, sin darle tiempo para siquiera contestar. Bufo molesto, sentía que no merecía ese tipo de trato; sin más, se encaminó hasta donde estaba parado Seungmin y echó una ojeada a lo que estaba leyendo.
— Se ve aburrido. — confesó sincero. — Pero tú te ves bastante concentrado.
— Si sabías que lo estaba, ¿por qué interrumpes? — atacó con un brillo de furia en sus ojos.
— Aigoo. — murmuró sorprendido. — Seungmin, ¿estás molesto conmigo por algo así?
— Lo siento. — soltó el menor en voz baja tras un suspiro; su entrecejo se relajó con rapidez. — Yo . . . yo no quise hablarte así.
— Ya veo, hay algo que te molesta, e hice una broma en un mal momento. — dijo, dándose cuenta de la situación muy tarde; el menor asintió inconsciente, para luego negar velozmente.
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S T R A Y : 𝒌𝒊𝒅𝒔
Fanfiction«Y es cuando otras personas se involucran en su destino, que se dan cuenta de que los problemas que habían atravesado a sus dieciocho años no se comparaban a los de diecinueve, y que proteger su corazón resulta más difícil que intentar salvar al mun...
