«Y es cuando otras personas se involucran en su destino, que se dan cuenta de que los problemas que habían atravesado a sus dieciocho años no se comparaban a los de diecinueve, y que proteger su corazón resulta más difícil que intentar salvar al mun...
La mesa estaba silenciosa. Aunque por cierta parte era normal, pues se concentraban mucho en su comida, aún así la tensión se podía sentir con sólo respirar o alzar la vista.
— Quiero aclarar algo. — habló Minho de repente, llamando la atención de todos los presentes.
— Oh, por favor, guarda silencio. — le pidió Felix con súplica escapando de sus ojos.
Minho negó rotundamente.
— Yo no le fui infiel a Jisung. — la mayoría se mostró sorprendido, pero a la vez confundido. — Cuando pasó . . . lo de Felix, yo no estaba con Hannie, él me había terminado.
— ¡Eres un completo idiota! — exclamó enojado Jisung, parandose de su asiento y mirándolo fijamente para luego irse del lugar.
Todos lo siguieron con la mirada, aún aturdidos. Lee fruncio el ceño sin entender que había hecho mal, mientras que Lix se tapaba el rostro con ambas manos, totalmente frustrado.
— Pero no estaba en una relación formal con él, así que no podría considerarse una infidelidad. — trató de defenderse Lee.
— Esas son sólo etiquetas, lo que realmente importa es el sentimiento, y si ustedes aún se amaban, entonces si es considerado una traición. — comentó Chan totalmente seguro de sus palabras, pero sin ayudar en nada a Minho.
— Oh, mierda. — murmuró rendido y pálido el peli negro.
— Se me quitó el hambre. — dijo Changbin, para luego irse también, pero no escaleras arriba, sino al exterior.
Jeongin miró al líder y, al estar sentado a su lado, acarició su mano para llamar su atención, la cual consiguió más rápido de lo pensado.
— ¿Podemos hablar luego? — interrogó con ojos de cachorro y el mayor asintió sin pensar.
Ambos eran observados por un atento Woojin, que a decir verdad, no había logrado escuchar lo que Jeongin había dicho, pero que estaba seguro que Chan estaría encantado de complacerlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Seungmin se encontraba solo en la habitación de Hyunjin, ya que le había dicho que quería descansar y éste fácilmente entendió que quería estar a solas.
Trató de pararse, pero aún las plantas de sus pies le extendían un dolor por toda su extremidad. Fruncio el ceño mientras observaba el piso con detenimiento, cuando de repente notó unos zapatos negros frente a sus pies con vendas. Subió su vista, recorriendo una capa negra hasta dar con el rostro sonriente de su querido amigo.
— Jungkook. — habló también sonriendo. — ¿Qué haces aquí?
— Oh, ¿Tanto te molesta verme? — interrogó con fingida ofensa.