Todo fue demasiado repentino.
El cuerpo de Seungmin se encontraba elevado a varios metros de altura mientras la energía del ambiente lo envolvía de pies a cabeza. El cielo de la noche se había teñido por nubes grises que estaban adornados por relámpagos, después se sumaron los rayos y truenos que resonaron estrepitosamente en todo el lugar. Seung tenía los ojos brillantes, celestes con pequeños destellos naranjas, pero en ese momento su equipo supo que era él, el verdadero Seungmin.
— ¡Somos tres hechiceros, Seungmin! ¡Rindete! — exclamó Jungkook, mientras lo observaba desde abajo junto con sus compañeros.
Pronto, el inicio de una tormenta se dio a conocer, y entonces todo se volvió un caos. Los árboles arrancados desde raíz comenzaron a volar ferozmente alrededor de ellos, por el tornado sobrenatural que crecía y se volvía más fuerte en su entorno. Seungmin señaló al trío que lo observaba y de repente dos troncos que volaban alrededor se dispararon como flechas en su encuentro, pero la barrera que los tres hechiceros habían creado era suficientemente fuerte como para evitar ser alcanzados.
— Creo que nunca había visto algo igual. — comentó Chan desde la comodidad del césped. A su lado se encontraba Changbin, con su cabeza apoyada en su hombro, totalmente ido.
— Tengo sueño. — indicó con cansancio, y ¿cómo no? Si poco antes estuvo a punto de perder todo su poder. — Pero temo dormir y que al despertar a ustedes les haya pasado algo malo.
— Puedes dormir. — irrumpió en la conversación Felix, mientras se sentaba a su otro lado del peli negro. — Si pasa algo, yo te mantendré al tanto.
— Pensé que no querías tener nada que ver conmigo . . .
— Si hago algo así, estaría complaciendo a mi padre a la perfección. — dijo y suspiró para luego añadir — Y no quiero ser ese tipo de persona, ya no más . . . Hasta podría decir que ya no lo soy, porque he cambiado . . . porque hemos cambiado, todos.
Chan retiró su vista de Felix y la guió el cielo pensando en sus palabras. Sus ojos resplandecieron al ver a Seungmin, combatiendo con los hechiceros, aparentemente sin tanto problema. Entonces pensó que sí, tal vez Felix sí tenía razón; todos habían cambiado, hasta él mismo lo había hecho, pero a pesar de eso, también estaba seguro que cada uno de ellos mantenía su esencia. Aquello lo ponía contento.
Jisung siguió brindandole caricias a la cabeza de Minho que estaba sobre sus piernas, ya que éste se encontraba aún pensativo y no había dicho palabra alguna desde que descubrió que su poder había sido absorbido por completo. Y Han no podía sentirse peor, con una empatía demasiado alarmante que le indicaba que tan importante era ese muchacho en su vida.
— Minho . . . — lo llamó con un susurro, puesto que la bulla que estaba afuera no atravesaba por completo la barrera psíquica de Jeongin. — . . . Hace un momento dijiste que ya no eras especial . . . — sabía que el mayor lo escuchaba, sin necesidad de ver sus ojos abiertos, él continuó — . . . No sé si realmente esto servirá de algo, pero . . . para mí siempre serás especial. — murmuró con un nudo en la garganta. — Te amo, Minho.
Segundos después sintió al cuerpo del mayor encogerse por los sollozos que comenzó a emitir, y sintió su corazón partirse en dos. Sin poder evitarlo, comenzó a llorar junto con él mientras lo abrazaba, sintiendo por primera vez que lo tenía como prioridad a él, en vez de a sus padres, por encima de todo. Y a pesar de que al poco tiempo el peli negro se había calmado, Jisung decidió mantenerse en silencio y ser sólo su compañero bajo aquella noche tormentosa.
Por otro lado, Jeongin mantenía los ojos cerrados, estando parado en medio de la barrera que había originado. De repente sintió a alguien pararse a su lado, entonces abrió los ojos, encontrándose con Woojin.
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S T R A Y : 𝒌𝒊𝒅𝒔
Fanfic«Y es cuando otras personas se involucran en su destino, que se dan cuenta de que los problemas que habían atravesado a sus dieciocho años no se comparaban a los de diecinueve, y que proteger su corazón resulta más difícil que intentar salvar al mun...
