S T R A Y : 𝒌𝒊𝒅𝒔

°¦ XXIX. Niños ¦°

En cuanto un brazo rodeó su cintura y sintió con claridad la respiración de alguien en su nuca, se alteró. Volteó inmediatamente para ver de quien se trataba, encontrándose con el relajado rostro de Jeongin. Y Seungmin debía admitirlo, al tenerlo tan cerca se podía decir sin lugar a dudas que aquel chico era realmente hermoso. Con facciones sofisticadas y lindas manos. Pero lo que también inundó la cabeza del mayor, fue el hecho de que Yang esté echado a su lado, y era obvio que la razón era que había pensado que él era Hyunjin, su novio.

Después de unos minutos, debatiendo consigo mismo entre despertarlo o no, el menor habló, aún sin abrir los ojos.

— Jinnie. — murmuró mientras dibujaba una sonrisa en su rostro. — ¿Por qué no me abrazas? . . . Tengo frío. — habló  con un tono de voz infantil; mantenía su boca de pato en su dirección, más cerca de lo que el mayor podía soportar.

— Yo no soy-

De repente la puerta de la habitación se abrió, al igual que los ojos de In y la boca de sorpresa del recién llegado.

— ¡Seungm- — se interrumpió a sí mismo. — Oh . . . vaya.

— ¿Qué es esto? — cuestionó el menor de los tres incorporado, dándose cuenta de la incómoda situación en la que se encontraba.

— Te lo puedo explicar. — dijo Hwang, acercándose a la cama.

— ¿Por qué Seungmin duerme en tu cama? — su ceño se mantenía fruncido, y pensó que ni siquiera debió ir, en primer lugar, a la habitación de la persona con la que tenía que terminar. Aquello se había convertido en un hábito difícil de escapar.

— Oh, es muy temprano como para que empiecen a discutir. — intervino Min sentado a su lado, y con una mueca disgustada.

— Quiero saber porque estás durmiendo en la cama de mi novio. — lo atacó ésta vez a él, como si fuese un reflejo natural el hacer una escena de celos.

— No sólo te lo explicaremos a ti, sino a todos. — respondió con el mismo tono de voz.

— No entiendo . . .

— ¡Porque no escuchas! — lo interrumpió exaltado, y Seungmin reprimio la idea de que tal vez se estaba desquitando con él, o quizá sea otra cosa que deseaba ocultar. — Sólo te limitas a hablar, y a pensar mal, Jeongin.

— No es cierto. — trató de defenderse el contrario.

— Mira. — habló más tranquilo el peli marrón rojizo, y tras suspirar, agregó — Hyunjin y yo no tenemos nada, ¿bien?

— Eso lo sé. — confesó avergonzado.

— Pues, parece que no. — comentó el mayor notablemente fastidiado. — Y estoy seguro de que no soy el único que te ha dicho esto.

Seung dejó caer las frasadas a un lado de la cama, dejando a la vista de todos los presentes, las vendas en sus pies. Miró al menor, el cual lo veía entre medio confundido y medio asombrado.

— Pasó algo en la madrugada. —informó con seriedad. — Hyunjin sólo me ayudó, porque como bien tú sabes, él es una buena persona.

El nombrado se había quedado en silencio, observando cómo los dos chicos más jóvenes tenían una conversación, que al no ser la más tranquila o bonita, era sincera.

— Por supuesto. — habló resignado el menor, para luego salir de la habitación con pasos firmes.

Hyunjin lo dejó irse sin más. Se acercó al único que quedaba en el lugar y se arrodilló frente a él.