Abrió los ojos con rapidez y se sentó en la cama de golpe. Tocó su pecho, que subía y bajaba como si hubiese estado haciendo ejercicio durante horas. Miró a la persona que trataba de tranquilizarlo, pero no podía relajarse, no después de lo que había experimentado.
— Todo está bien, ya estás bien, estás aquí, con nosotros. — su voz era suave, muy diferente a la que usó para despertarlo.
— Te dije que no debías tocarlo. — esta vez habló Minho, reprochando la acción de Jisung. Pues todos sabían que el menor no podía tocar a las personas sin su consentimiento cuando entraba a su subconsciente. Era de cierto modo arriesgado.
— Te digo que me asusté. Era como si no fuera Seungmin, estaba todo pálido y parecía sordo, ciego y mudo. — contestó el rubio a su reproche.
— Ya no discutan, ¿no ven que lo confunden más? — intervino Changbin con el ceño fruncido.
— Seungminnie. — le llamó con una dulce y baja voz Felix, quien se había sentado a su lado y lo miraba con preocupación. — ¿Te sientes bien?
— Yo . . . — «Tú eres el final de todos, Seungmin» — . . . ¿Dónde está Hyunjin?
— Él salió junto con Chan y Jeongin. No soportó verte así. Estaba alterado y nuestro líder decidió sacarlo a que tome un poco de aire, pero no te preocupes, pronto volverán. — le dedicó una pequeña sonrisa de labios mientras daba caricias a su espalda con suavidad.
— ¿Salió? — de pronto se sintió aturdido. — ¿Hace cuánto estoy dormido?
— Ya es de noche, por lo que unas horas . . .
— Son las doce ahora, así que casi todo el día. — añadió Seo con severidad.
— Chan, Hyunjin y tú son los que faltan, por esa razón Jeongin fue por ellos. — manifestó Jisung sentado en una silla al lado de la cama.
— Para más protección. — añadió Felix.
— Y porque Jeongin es de esas personas que daría la vida con tal de que ellos estén bien. — todos miraron a Minho perplejos, puesto que lo que había dicho parecía guardar resentimiento. Seungmin fruncio el ceño.
— ¿A qué viene eso? — su voz desprendía una mínima cantidad de enfado.
— No es nada en concreto-
— Dime, ¿qué quieres decir con eso, Minho? — interrogó hostil; el mayor negó.
— No es momento.
— Creo que sé que quieres decirme . . . — continuó el menor. Era como si todo le doliera en ese momento. El hecho de saber que Hyunjin se había ido, y que estaba con Jeongin, el haber perdido todo su último día con Hwang, todo por haberse desmayado, y ahora las palabras de Lee, haciéndolo sentir más culpable, incrementando su carga. — . . . Yo amo a Hyunjin, ¿está bien? — se sorprendió de sí mismo al admitirlo frente a todos. — Y sé que no me crees porque piensas que yo lo único que hago es daño, pero no es así, aunque irónicamente sí lo he hecho, pero no porque lo disfrute, sino que estuvo fuera de mi control. — ahora su enojo era claro, brillaba en sus pupilas, al igual que las lágrimas que se asomaban. — Todos aquí me tuvieron mucho miedo, ¿verdad? — sus compañeros sólo guardaban silencio. — Yo lo sé, y es muy difícil no creerse un monstruo cuando lo único que has causado en tu vida es miedo. — las primeras lágrimas escaparon, deslizándose con lentitud por sus mejillas. — Toda mi vida he vivido así, sofocado y arrinconado. Todos me tenían miedo, sentí el desprecio de mis padres desde que tengo memoria. Temían que llore o que ría demasiado, hasta una vez escuché a mi padre decir que preferiría tener a una estatua de hijo antes que a mí . . . Me sentía solo, perdido, hasta que conocí a Hyunjin, hasta que los conocí a todos ustedes. Por primera vez me sentí cómodo, como si hubiera encontrado el camino, me sentía sin la necesidad de defogarme, por ustedes yo estaba decidido a reprimir mis poderes con tal de no hacerles daño. — suspiró mientras secaba sus mejillas con brusquedad. — Sin embargo, ese día llegó y me sentí la peor persona del mundo, aún lo siento, así que por favor deja de reprochar mi comportamiento, deja de juzgarme por lo que hice esa vez . . . Yo . . . — su voz quedó ahí, tenía miedo de arrepentirse luego de lo que quería decir. "De todas formas, ellos se van a enterar" — . . . Yo me iré . . . Y ésta vez me iré para siempre. — miró a sus compañeros, pero no tenían expresión . . . Por supuesto, ni siquiera se movían, ni siquiera el tiempo seguía. — Pero, ¿qué carajos, Jungkook?
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S T R A Y : 𝒌𝒊𝒅𝒔
Фанфикшн«Y es cuando otras personas se involucran en su destino, que se dan cuenta de que los problemas que habían atravesado a sus dieciocho años no se comparaban a los de diecinueve, y que proteger su corazón resulta más difícil que intentar salvar al mun...
