GATA NEGRA

CAPÍTULO 10 - Invitación

-Pero a ver, ¿os pagan por eso?

-No, lo hacemos porque nos encanta. Es un subidón, la verdad.

-Ya me lo imagino. He visto algunos vídeos y me parecéis la leche. Me encantaría veros en directo.

-Pues cuando quieras estás invitada a venir a Madrid, aunque no hace falta que te lo diga.

Natalia hablaba con su mejor amiga, Ici, y le contaba todo lo que estaba suponiendo su vida en Madrid desde que se marchó para perseguir su sueño de ser una fotógrafa reconocida. Ya habían hablado alguna que otra vez por teléfono sobre las actuaciones que hacía en el Olivia con las chicas de La Jauría y a Ici le parecía una auténtica maravilla que su amiga pudiese disfrutar de algo como aquello. Desde que conocía a Natalia sabía de su pasión por la música y, además, admiraba su talento y su voz.

-Te tomo la palabra, Nata. Además, me muero por conocer a la Mari. Las fiestas con esa tía tienen que merecer mucho la pena – dijo riendo.

-Merecen... te digo que merecen – le devolvió Natalia la sonrisa mientras se llevaba su botellín de cerveza a los labios – Está loca, eso sí.

-Las mejores personas lo están... si no mírame a mí – dijo señalándose mientras reía.

-Por favor, Modesto, baje usted del cielo que sube Itziar – gritó Natalia mirando al techo tomando el pelo a su amiga.

-Ey... no digas tonterías, porque sabes que me adoras.

-Lo hago – afirmó Natalia mientras asentía – Y oye, ¿cómo es que no han venido los demás? Te dije que avisaras.

-No podían. Muchos están fuera de vacaciones y otros liados con trabajo... pero Álvaro y Mikel dijeron que se pasaban más tarde.

-Guay.

-La próxima vez que vayas a venir avisa con tiempo. Tienes suerte de que yo no tenga ni un duro para irme a ningún sitio de vacaciones.

Natalia sabía de sobra que muchos de sus amigos estaban fuera de Pamplona, pero tampoco le gustaba condicionar los planes de los demás por verla a ella.

-Oye, ¿y has vuelto a hablar con Mikel? – pregunto Ici.

-¿Sobre qué?

-Pues sobre vosotros. Ya sabes que creo que sigue colgado de ti.

-No, no hemos hablado porque no hay nada de lo que hablar. Ya le dejé las cosas claras cuando me fui. Pero Ici, no sé a qué viene esto, si eso ya fue hace años – preguntó curiosa Natalia, pues su amiga no solía darle vueltas a temas así.

-No, por nada en especial... simple curiosidad por saber cómo seguía vuestra relación.

-Ici, sabes de sobra que no hay relación y que nunca la hubo. Sólo somos amigos.

-Ya... amigos que follaban...

- ¿Te ha dicho él algo? – cuestionó extrañada por la conversación y decidiendo ignorar el último comentario de su amiga.

-No, que va... era solo curiosidad Nata – contestó apartando la mirada – Y bueno, entonces tú, qué... ¿has estado con alguien desde entonces?

-No – dijo aun confusa por el rumbo de la charla mientras se encendía un cigarro – A ver, he estado con gente y eso, pero nada serio.

-Muy tú, entonces – dijo mirándola de nuevo.

-Sabes perfectamente que nunca he buscado nada serio con nadie. No quiero atarme a nada que tarde o temprano acabaría mal – dijo dando una calada.