Capítulo 66 - La pieza que faltaba

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Removía los hielos del café con la cucharilla mientras observaba a la gente paseando frente a ella por la arena de la playa. Achinaba un poco los ojos a pesar de llevar puesto un sombrero de rafia para guarecerlos un poco del sol y tenía las piernas pegadas al pecho con los pies colocados al borde de su silla. Se llevó el vaso a la boca y dio un sorbo al café sin azúcar, justo como le gustaba. Se relamió los labios y dejó la bebida sobre la mesa, girando el rostro hacia Natalia, quien estaba perdida en su móvil mientras removía sin mirar con un dedo los hielos de su menta poleo.

Cogió ella su teléfono de la mesa y se puso a navegar por sus redes sociales, a ver qué se había perdido desde la tarde anterior, pues no había vuelto a mirar el móvil desde entonces. Al entrar en Instagram su sorpresa fue encontrarse de repente con una foto suya de aquel mismo instante en el que agitaba su café con la mirada perdida y los ojos en rajitas. A penas se percibían sus rasgos, pues la imagen ofrecía su perfil a contraluz y los rayos de sol se colaban en la foto para darle un efecto que a la rubia la pareció espectacular. Y allí estaba, admirando una fotografía hecha hacía unos minutos sin que se hubiese dado cuenta con la cámara de un móvil, con el bikini y un pareo puesto, sin maquillaje y los pelos de loca... pero aún así le parecía una de las fotos más bonitas que Natalia le había sacado en todos aquellos días en los que se había convertido en su musa.

Sonrió y le dio al corazoncito, levantando la cabeza para ver la reacción de la morena al verse descubierta. Observó cómo levantaba el rostro y esbozaba una leve sonrisa, pero no pudo verle la expresión de niña de cinco años que vestía pues llevaba las gafas de sol puestas.

-Nat... ¿en serio, con estos pelos?

-No digas tonterías, que estás preciosa.

-La foto es preciosa, pero yo...

-Ni te atrevas a seguir esa frase - levantó Natalia un dedo para callarla.

-Es que parece que he metido los dedos en el enchufe, Nat - dijo mostrándole la foto en la pantalla.

-Pero si llevas el sombrero puesto, sólo se te ven las puntas - se giró para quedar frente a ella y dejando su móvil a un lado.

-¡Pero mira qué puntas! - señaló la imagen con un dedo.

-JAJAJAJAJA - se carcajeó la morena - Pues nada, en cuanto lleguemos a Madrid te pedimos cita para la peluquería.

-Pues en realidad no me vendría nada mal - se echó hacia atrás en la silla de nuevo - Hace tiempo que quiero cortarme el pelo.

-A mi me gusta tu melenita, Albi - dijo tras dar un sorbo a su menta.

-Ya, y a mí. Lo que no me gusta es tener que domarla, porque a veces va por libre y no hay manera.

-Pero si así, sin hacerte nada, estás genial, rubia - intentó hacerle ver Natalia - A mí me encantas.

-Ya, tú lo que eres es una zalamera - sonrió Alba de medio lado.

-Eso es una verdad como un templo - asintió Natalia inclinándose sobre la mesa para mirarla de frente - Pero también lo es que me encantas. Y que en esa foto sales preciosa. Así que fin de la discusión.

-¿Ah, pero esto era una discusión? - señaló Alba el espacio entre las dos con los ojos muy abiertos.

-Uf, nuestra primera discusión de pareja, Albi... - hizo un baile con las cejas - Habrá que ir pensando en la reconciliación.

-Exagerada - hizo caso omiso a su insinuación y dio un sorbo a su café - Oye Nat, por cierto.

-Dime, bella.

-Todavía no me has dicho cuando nos volvemos a Madrid y no sé si tengo que hacer hoy la maleta o qué - la miró con la duda en el gesto - Me tienes a ciegas, Nat.

GATA NEGRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora