GATA NEGRA

Capítulo 27 - No te culpo de mi pena

Caminaba decidida al despacho, intentando ordenar bien las ideas que tenía ya más que claras. Aquel proyecto llevaba rondándole por la cabeza el suficiente tiempo como para lanzarse, al menos, a intentar sacarlo adelante. Ese lunes, después de haber estado descansando gran parte del fin de semana en casa y con más tiempo libre que nunca, se propuso elaborar una propuesta decente que poder presentar a Noemí. Antes se había decido por pintar, pero al darse cuenta que, de nuevo, todas las figuras y todos los ojos la llevaban siempre de vuelta a ella... desistió. Pero se alegró, pues en aquel momento llamaba a la puerta de la directora con una iniciativa que podría ayudar mucho en la financiación del museo.

Entró al despacho tras escuchar cómo Noemí le daba paso y, saludándola, se sentó frente a ella ante su escritorio.

-Mira, Noe, te traigo una propuesta.

-¿Tienes ya al artista para enero en la sala?

-No, no es eso. Aunque sobre ese tema... tengo algunos seleccionados y estoy terminando de decidirme.

-¿Entonces qué es lo que me quieres contar? - se interesó la mujer prestándole toda su atencion.

-¿Recuerdas que te hablé sobre que tenía ideas para la financiación de las exposiciones en la sala? - vio el asentimiento de Noemí y continuó hablando - Pues este fin de semana he elaborado una propuesta. Aquí tienes.

Alba le dejó un pen drive sobre la mesa y Noemí la miró entre la sorpresa y la confusión.

-¿Tú los fines de semana descansas algo, mujer?

-Lo hago - asintió riendo - Este fin de semana he tenido mucho tiempo libre y quería organizar todas las ideas que tenía.

Noemí conectó el USB en su ordenador y abrió el archivo de texto con todos los detalles y especificaciones. Siguió mirando la pantalla mientras Alba comenzaba a comentarle la idea principal.

-A ver, el principal objetivo es que el consejo no ponga ni un duro para las exposiciones de artistas noveles, así podemos exponer lo que nos venga en gana sin su permiso. Eso también nos va a dar mucha libertad a la hora de establecer plazos con los artistas pues, si nos interesa, podemos ampliar sus exposiciones.

-¿Y de dónde vas a sacar el dinero?

-Tenemos dos opciones. La primera, podemos buscar la colaboración con alguna entidad bancaria que lleve a cabo obras sociales y culturales, que tengan financiación para ello. O también, mi principal idea es un proyecto de mecenazgo. Como una especie de crowfunding donde personas anónimas apuestan por nuestra entidad como museo para lanzar artistas nuevos.

-Son buenas ideas las dos - le concedió Noemí.

-El tema del proyecto mecenas es más interesante de lo que parece. Se suele hacer con aportaciones anónimas de aquel que quiera participar, pero sabes que eso estaría complicado - reconoció Alba apoyándose sobre la mesa - Pero mi idea va más allá. Me gustaría que los mecenas fuesen artistas ya consolidados, con carrera y suficiente trayectoria como para darle valor al proyecto. Además, me gustaría incluir la posibilidad de que cada artista mecenas apadrine a un artista novel y, tras la exposición inaugural que hiciésemos aquí, pudiesen tener la oportunidad de conocerse y trabajar en algo juntos. No sé, supongo que lo veo como una forma de darle algo más de proyección.