—¿Quién es ella?.—dije entre dientes arrancándole el celular de las manos. Miré el chat y sentí la sangre hirviéndome por dentro.—No puedo creerlo...
Negué mientras leía aquella conversación levantándome de la cama, él se levantó detrás de mi arrancándome el teléfono de las manos para guardárselo en el bolsillo del pantalón.
—Deja de hacer tanto drama...ella no es nadie.
—¡No te soporto!.—lo empujé con todas mis fuerzas por el pecho pero ni se movió.
—Venus...ya.—me sujetó por las muñecas para que dejara de golpearlo.
—¡Suéltame!.—me zafé de su agarré con brusquedad y volví a empujarlo, esta vez logré hacerlo retroceder unos pasos.—Me das asco, eres una mierda.
—Si me vuelves a empujar te juro que...—lo interrumpí empujándolo de nuevo.
Gruñó sujetando mis hombros y me pegó con fuerza contra la pared acorralándome por completo, atacando mis labios en contra de mi voluntad. Intenté quitármelo de encima pero no podía con él y ante la imposibilidad de separarme, mis labios se rindieron ante los suyos, terminé besándolo apasionada y desesperadamente.
Dejó de presionar mi cuerpo contra la pared pero ya era demasiado tarde porque esta vez era yo la que no lo dejaría ir, sujeté sus mejillas impidiendo que se separara de mi y lo sentí sonreír.
Maldito arrogante, lo odiaba, lo odiaba con todas mis fuerzas.
Mi sentido común volvió a mi cuerpo y bajé mis manos hasta su pecho para alejarlo de mí.
—Terminamos.—dije con voz entrecortada tratando de recuperar el aliento.
—Está bien.—se encogió de hombros y comenzó a mordisquearse el labio mientras sonreía arrogante.—No sé cuantas veces te he escuchado decir eso en el mes.
—Pues esta es la última.
—Bueno.—chasqueó los dientes.—Es una lastima...pero tampoco es el fin del mundo.
—Siempre voy a maldecir el día en que naciste, Luke Hemmings.—traté de pronunciar aquellas palabras sin llorar.
—Ouch.—hizo un gesto de dolor llevándose la mano al corazón.
—Lárgate,de mi casa.—gruñí señalando la puerta de mi habitación.
—Nos vemos más tarde.—tomó su camiseta y su chaqueta del suelo y antes de salir dejó un corto beso en mis labios.
Le di una cachetada y él sólo se echó a reír, cerré mi puerta de un estruendoso portazo y cuando escuché el motor de su moto alejarse rompí a llorar.
Grité para desahogarme y comencé a arrojar todo lo que estuviera a mi paso, era un maldito desgraciado y me sentía una imbécil por caer tan perdidamente enamorada de él sabiendo que me iba a lastimar como lo estaba haciendo.
Mi ira estaba mal dirigida hacia él, yo era la única culpable aquí, yo fui quien se enamoró como idiota, que dejó que todo esto pasara,que le perdonó cada falta hacia mí.
Yo era la que no se valoraba y la única culpable de mi corazón roto.
—V...—escuché que llamaron a mi puerta, era mi hermana.—¿Puedo entrar?.
—Vete.—respondí como pude mientras sollozaba.
—Por dios ...—dijo al abrir la puerta y verme tirada en el suelo hecha un ovillo.—Venus, no puedes seguir así, levántate y vístete.
Entró a mi habitación sujetándome por el brazo y me ayudó a levantarme del suelo.
—Déjame en paz, Luna.—bufé dejándome caer en la cama boca abajo.
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ʜᴇᴀʀᴛʙʀᴇᴀᴋᴇʀ | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨
Fanfiction«𝑰𝒕'𝒔 𝒚𝒐𝒖 𝒂𝒏𝒅 𝒎𝒆 𝒕𝒉𝒂𝒕'𝒔 𝒎𝒚 𝒘𝒉𝒐𝒍𝒆 𝒘𝒐𝒓𝒍𝒅» No conviertas a alguien en todo tu mundo, porque cuando te falte, te sentirás como si no tuvieras nada. Y cuando todo se acaba y sabes que él no volverá, hasta deseas que esas cosa...