ʜᴇᴀʀᴛʙʀᴇᴀᴋᴇʀ | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨

Pretty Little Liar

Mi hermana llegó a eso de las dos de la tarde, traía con ella dos bolsas repletas de chucherías que le había pedido que trajera de la tienda. La amiga de Stacy llegó media hora después y era el momento para comenzar nuestro día de chicas.

Preparé para las niñas una jarra de limonada y para nosotras una jarra de margarita. Nos pusimos nuestros trajes de baño y nos metimos en la piscina para disfrutar de los deliciosos rayos del sol.

—Deberíamos hacer esto todos los fines de semana. —dijo Stacy y asentí de acuerdo con ella.

Las cuatro estábamos flotando en la piscina sobre unos hermosos flotadores en forma de dona, era demasiado relajante, esto podía tomarse como terapia, tenía demasiado estrés acumulado y flotar un rato en la enorme piscina de mi ex novio era todo lo que necesitaba.

—¿Eres la novia del hermano de Stais?. —Diamond, la mejor amiga de Stacy habló refiriéndose a mí y me subí la gafas de sol para mirarla.

—Ya no...¿Por qué?.

—Es guapísimo. —dijo con una sonrisita cómplice y reí bajando mis gafas de nuevo.

—Lo es. —admití. —Pero es un cretino...no se dejen engañar por una cara bonita, niñas.

—Mi hermano es un idiota.

—Es el peor. —acotó mi hermana a la conversación.

—Es sexy.—Diamond era la única que lo defendía y ya imaginaba porque.

Si tuviera su edad también estaría embobada con Luke...bueno, a mi edad ya estaba embobada con él.

—Ni siquiera te saluda cuando estamos en la sala haciendo la tarea. —Stacy se subió las gafas a la cabeza para mirar a su mejor amiga.

—Una vez lo hizo, me miró y asintió con la cabeza.

Luna palmeo mi brazo llamando mi atención y señaló a las niñas, reí junto con ella y me quedé atenta escuchando su pequeña discusión.

—Eso no es un saludo.

—Pero sabe que existo.

—Qué rayos, puedo decirte que mi hermano asesinó a una camada de gatitos bebés y a ti te seguirá pareciendo un santo. —gruñó arrojándole agua en la cara.

Las chicas comenzaron una guerra de agua bajándose de sus flotadores, Luna y yo nos unimos también y al rato, las cuatro estábamos empapadas y riendo a carcajadas mientras nos disparábamos con las pistolas de agua.

Cuando se nos terminaron las botanas y las bebidas, decidimos entrar a la casa y pedir dos pizzas para la cena. Vimos películas románticas, comimos helado hasta reventarnos, horneamos galletas y terminamos la noche maquillándonos.

Hacía mucho tiempo que no me divertía tan sanamente, Luna no paraba de decirme que Stacy y Diamond le recordaba a nosotras dos cuando teníamos trece años. Era como volver a nuestra infancia y quizás por esa razón era que me sentía tan feliz.

—¿Te puedo preguntar algo, V?.—preguntó Stacy mientras la maquillaba.

—Claro...

—¿Has tenido relaciones sexuales?.—sus mejillas se sonrojaron por completo.

—Sí...cierra los ojos.—respondí tranquilamente mientras le colocaba sombra de ojos.

—¿A qué edad fue tu primera vez?.

—Stais...—llamé su atención y abrió los —¿Por qué me estás preguntando esto?.

La chica se puso muy nerviosa, comenzó a morderse el labio y se encogió de hombros.