Unconditionally

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Me estaba muriendo de la maldita angustia.

Cerraba los ojos y trataba de irme a mi lugar feliz para olvidar en la situación que me encontraba.

No paraba de llorar, desde que Luke atravesó la puerta tenía esa horrible corazonada de que algo malo iba a suceder.

Mi corazón iba a salir disparado de mi pecho, traté de tranquilizarme a mí misma, recordando las palabras de Luke, esta sería la última, ya no iba a volver, cuando regresara saldríamos corriendo de aquí.

Estaba demasiado impaciente y revisaba la hora en mi celular cada dos minutos. No pude continuar sentada porque la ansiedad me iba a matar, me levanté de la banca tomando el bolso de nuevo y salí de los vestidores.

Como supuse, él estaba sobre el ring golpeando al que era su oponente en ese momento, lo noqueó de un solo golpe y me alegré porque pensé que era el final. Pero mi sonrisa se cortó cuando un segundo sujeto subió al ring.

Ya estaba entendiendo todo, ahora esos horribles moretones tenían una explicación. Luke no peleaba con un solo chico, el juego consistía en que el último en pie era el vencedor.

En otra ocasión le hubiese apostado a Luke, lo había visto pelear antes y sabía lo bueno que era, pero hoy no estaba en sus cinco sentidos. El labio le estaba sangrando, lo tenía hinchado y tenía una pequeña cortada en la ceja.

No iba a resistir hasta el final, se veía agotado y comencé a temer por él.

Aunque se defendía, era más que evidente que no podía pelear más y me sentí frustrada por no poder hacer nada. Me tapé la cara con ambas manos cuando el otro sujeto lo golpeo en las costillas, Luke le respondió con dos golpes en la cara pero el otro reaccionó rápido y se los devolvió con más fuerza acorralándolo en una esquina del ring.

Comenzó a darle golpes por todos lados mientras Luke se cubría y logró liberarse dándole un derechazo en la mandíbula. Creí que lo había noqueado pero el chico reaccionó sacudiendo la cabeza y se le fue encima golpeándole la cara de nuevo.

Luke perdió el equilibrio cayéndo al suelo y fue la oportunidad perfecta del otro para mantenerlo apretado por el cuello mientras le golpeaba en el rostro. Luke ni siquiera se estaba defendiendo ya y el chico no dejaba de golpearlo, sin importarle nada.

Entré en pánico y corrí hacia el ring subiéndome con una agilidad impresionante que no sabía que tenía, empujé al sujeto ejerciendo toda mi fuerza y protegí a Luke con mi cuerpo.

—¡No ves que ni siquiera se mueve, idiota!.—el chico aun estaba en shock porque no me dijo nada.—Luke...—su cara estaba cubierta de sangre, intenté bloquear eso de mi mente y le di unas palmaditas en la mejilla para hacerlo reaccionar.

—Eso fue impresionante.—escuché a alguien decir, era uno de los sujetos de esmoquin que estaba presenciando la pelea, también subió al ring mientras aplaudía.—¿Cómo te llamas?.

Lo escaneé con la mirada lentamente y mantuve mis labios sellados, no me inspiraba confianza para nada. Nadie en este lugar me inspiraba confianza, estando bajo las miradas de todas esas personas me sentí intimidada.

—Bueno, como sea que te llames...debes pesar unos, ¿cincuenta kilos?.—no respondí.—Derribaste a un sujeto que te dobla en peso y tamaño, con un sólo empujón, esto es el verdadero empoderamiento femenino.—todos en el lugar comenzaron a reírse.—¿Conoces a nuestro amigo, Hemmings?.

—Somos amigos.—asintió lentamente mientras sonreía.

—Amigos...—repitió agachándose frente a mi.—¿Y crees que eso te da derecho de interrumpir una pelea?.—acarició delicadamente mi mejilla con el dorso de su mano.

ʜᴇᴀʀᴛʙʀᴇᴀᴋᴇʀ | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora