" Primer día de clases en la preparatoria.
Acabábamos de mudarnos y esta era nuestra tercera escuela en un año. Mamá había dicho que esta sería la definitiva, con el cheque que había cobrado gracias a una demanda que ganó, pudo comprar una hermosa casa en los suburbios.
Estábamos acostumbradas a mudarnos constantemente así que para nosotras, ser las nuevas era nuestro día a día.
Elegí uno de mis conjuntos bulberrys, de falda y saco y me ricé las puntas del cabello como solía hacerlo siempre. Luna y yo íbamos en el mismo año aunque yo era un año mayor que ella.
Como siempre, todas las miradas estaban encima de nosotras en el preciso instante que cruzamos las puertas, siempre llamábamos la atención a donde quiera que fuésemos y no sé si eso era una maldición o una virtud.
La preparatoria me parecía linda, nada en comparación al reclusorio donde estudiábamos antes, era horrible. A menos aquí la gente se veía decente y normal y no parecían pandilleros.
Caminé junto a mi hermana por los alargados pasillos hasta donde se suponía que estaban nuestros casilleros. Varios chicos se acercaron a darnos la bienvenida y chiflaban diciéndonos cosas. Me sentía como una celebridad.
—No soporto esa sonrisa arrogante tuya.—comentó mi hermana entre risas mientras guardaba sus cosas en su nuevo casillero.
—¿Sabes esa escena de Clueless cuando Cher entra a la escuela y todos la ven y la saludan?, así me siento.—Luna negó haciendo una mueca de fastidio.—Disfruta de tus cinco minutos de fama, ya mañana nadie te va a prestar atención.—dejé mi mochila dentro de mi casillero y tomé mi libreta y mi libro de matemáticas.
—Eso está bien para ti porque te encanta llamar la atención.
—No me encanta, lo juro, ni siquiera me esfuerzo.—exploté la burbuja de aire que había hecho con mi chicle y me eché a reír.—Rayos...—murmuré para mí misma completamente embobada ante lo que mis ojos estaban viendo.
El chico más sexy y perfecto que jamás había visto, estaba atravesando el pasillo. De repente comencé a ver todo en cámara lenta y por más que quería apartar mi mirada de él me fue imposible, mis ojos lo siguieron durante todo aquel recorrido hasta que cruzamos miradas y fue cuando me derretí como helado al sol.
Tendría que sacarme los ojos porque después de verlo, no había nada más digno de admirar.
Esa hermosa mirada azulada, arrogante y picara estaba fija en mí, me guiñó regalándome la sonrisa más perfecta que habían visto mis ojos. Le respondí también con una sonrisa y comencé a jugar con mi cabello sosteniéndole la mirada.
Estaba tan sumergida en mi pequeño mundo que apenas noté que a su lado caminaba una chica, el hermoso sujeto la tenía abrazada por el cuello y cuando esta se dio cuenta de que me estaba mirado lo obligó a besarla.
Puse los ojos en blanco y aparté mí vista de aquella escena para cerrar mi casillero y continuar con mi vida, era obvio que ese niño tenía novia y que ni en un millón de años se fijaría en mi.
—¿Me das chicle?.—–una hermosa y gruesa voz me susurró al oído y la piel se me puso de gallina, me giré lentamente y casi me caigo de la impresión al ver al chico guapo a escasos centímetros de mi.
—Ya no tengo más...—musité mirando sus labios por unos segundos curvando los míos en un puchero, me puse tan nerviosa que mi labio comenzó a temblar y tuve que morderlo para ocultar ese tic nervioso.
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ʜᴇᴀʀᴛʙʀᴇᴀᴋᴇʀ | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨
Фанфик«𝑰𝒕'𝒔 𝒚𝒐𝒖 𝒂𝒏𝒅 𝒎𝒆 𝒕𝒉𝒂𝒕'𝒔 𝒎𝒚 𝒘𝒉𝒐𝒍𝒆 𝒘𝒐𝒓𝒍𝒅» No conviertas a alguien en todo tu mundo, porque cuando te falte, te sentirás como si no tuvieras nada. Y cuando todo se acaba y sabes que él no volverá, hasta deseas que esas cosa...