Christian era dueño de un hermoso auto y se ofreció a llevarnos a casa, esperamos a que las cosas se calmaran un poco y nos escabullimos de la fiesta los tres juntos.
Pero aun me parecía demasiado temprano para volver a casa así que convencí a Christian de que nos fuéramos a la ciudad a comer algo. Terminamos en un pub que según Chris, vendían las mejores hamburguesas de todo Sídney.
—¡Sí!.—celebré alzando los brazos luego de atajar ágilmente una de las papas fritas que Luna había arrojado en mi boca.—Abre la boca.—le arrojé una a ella también y la atajó chocando las cinco conmigo.—Tú.—le arrojé una a Christian pero se la arrojé a propósito lejos para que no lograra atajarla y me burlé.
—No se vale, ni siquiera apuntaste a mi boca.—protestó poniendo mala cara y le saqué la lengua.
—¿Sabes jugar billar?.—miré la mesa que estaba a unos metros de nosotros.
—Sí.
—¿Me enseñas?, siempre he querido aprender.
—Yo también quiero aprender.—dijo Luna metiendo varias papas a su boca.
—Estaría más que encantado.—Se levantó de la silla sacudiendo sus manos y le dio un último sorbo a su refresco. Me levanté junto con Luna y caminamos hasta la mesa siguiendo a mi nuevo amigo.
Ambas observábamos atenta todo lo que él hacía, primero puso un triangulo de plástico sobre la mesa y acomodó todas las bolas dentro, las arrimó al centro y puso la bola blanca cerca de la punta del triangulo de bolas que había hecho antes.
Tomó uno de los palos y un taco de tiza azul.
—No tiene mucha ciencia, lo primero que deben saber es que deben golpear la bola blanca, para romper el triangulo y así comenzar el juego, deben calcular sus jugadas, el primero que meta una bola en hoyo tiene que darse cuenta si tiene un circulo o una raya...eso es lo que determina que bolas meterás a partir de ese momento.
—Se escucha algo sexual.—comenté y Luna se echó a reír.
—Sí, lo sé.—me guiñó el ojo y se echó a reír también.—Hay muchas técnicas para golpearla, pero la más fácil y más cómoda a mi parecer es esta.—se puso en posición inclinándose en la mesa y apoyó su mano izquierda de esta, separando su dedo índice y anular.
Tomó el palo deslizándolo entré sus dedos y golpeo con fuerza la bola blanca logrando que las demás se esparcieran por toda la mesa y metió dos en uno de los orificios.
—Gana el que logre meter todas sus bolas en los hoyos incluyendo la bola ocho que es la ultima que se debe meter...¿Quién quiere intentarlo primero?.
—Yo.—alcé la mano acercándome hasta él y tomé el palo inclinándome en la mesa intentando recordar la posición que él había hecho.—¿Así?.
—Espera...alza un poco las caderas.—sujetó mi cintura indicándome como debía ponerme y acomodó mi brazo.—Debes tener tu brazo derecho en este ángulo.—se acomodó detrás de mi sujetando mi brazo y lo elevó un poco.—y el izquierdo de esta manera.—habló contra mi oreja y suspiré.—Separa los dedos, apunta, elige a que bola le darás y deslizas el palo...mide tu fuerza.
Asentí mirando mi objetivo, había una bola amarilla cerca de uno de los hoyos y alcé el palo deslizándolo entre mis dedos, justo como Chris mi había dicho y empujé la bola logrando que la amarilla entrara sin problemas.
—Eso es...—susurró contra mi oreja y me mordí el labio.—Eres buena con las bolas.—reí porque sabía que lo decía con doble sentido y giré mi cara para verlo.
ESTÁS LEYENDO
ʜᴇᴀʀᴛʙʀᴇᴀᴋᴇʀ | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨
Fanfiction«𝑰𝒕'𝒔 𝒚𝒐𝒖 𝒂𝒏𝒅 𝒎𝒆 𝒕𝒉𝒂𝒕'𝒔 𝒎𝒚 𝒘𝒉𝒐𝒍𝒆 𝒘𝒐𝒓𝒍𝒅» No conviertas a alguien en todo tu mundo, porque cuando te falte, te sentirás como si no tuvieras nada. Y cuando todo se acaba y sabes que él no volverá, hasta deseas que esas cosa...