ʜᴇᴀʀᴛʙʀᴇᴀᴋᴇʀ | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨

The Prom Night

—¿Crees que esa gente te deje en paz?.—pregunté mientras le acariciaba el cabello.

—No...—negó manteniendo los ojos cerrados.

—Aun tenemos el dinero.—abrió los ojos de golpe y giró su cara para verme.—Podemos salir de la ciudad.

—¿Hablas de huir?.—asentí mordiéndome el labio.— Irían por mi familia...por la tuya también, escapar no es una opción, V.

—Entonces...¿esto nunca se va a terminar?.

—Escucha.—tomó una profunda respiración.—Prométeme que pase lo que pase, no te vas a involucrar más en esto, buscaré la forma de arreglarlo pero te quiero lejos...no entiendes lo peligroso que es, lo que hiciste anoche fue demasiado estúpido.

—¿Cómo lo vas a arreglar, Luke?.—me levanté de la cama.—No me puedes pedir que no me meta ni me involucre cuando tu vida está en juego, anoche casi te matan...—apreté los labios conteniéndome para no llorar.

—¿Por qué eres tan terca?.

—¡Porque me importas, pedazo de mierda!.—espeté molesta.— ¿A caso no lo entiendes?.

—Estás demasiado alterada.—se levantó poco a poco quedando sentado en la cama.—Tú también me importas y por eso siempre te he querido lejos de todo esto.—extendió su brazo intentando tomar mi mano y me atrajo sentándome frente a él.—No llores...—acarició mi mejilla y me sequé las lagrimas con el dorso de mi mano—Lo arreglaré, le daremos el dinero y todo se solucionará.

—Me tratas como si tuviera cinco años...—murmuré mirándolo y él sonrió.

—Cuando lloras pareces una niñita de cinco años que perdió su muñeca.—me apretó la nariz haciéndome reír.—Me salvaste...en todos los sentidos, no sólo por lo de anoche.— entrelazó su otra mano con la mía.—Y cada vez que pienso en lo idiota que he sido contigo, en las veces que te he tratado mal, más me convenzo que merecía esa golpiza.

—Cállate.—negué acariciando su mano.—No digas eso

—Lo arreglaré, te lo prometo.

Asentí mirándolo fijamente, sosteniendo su cara entre mis manos, seguía teniendo esa corazonada pero decidí confiar, si alguien sabía cómo librarse de problemas ese era él. Besé sus labios delicadamente y al separarme volví a mirarlo.

—Si algo sale mal siempre podré defenderte.

—Me queda bien el rol de damisela en peligro, ¿no?.

—Te queda perfecto.—reí atrayéndolo a mis labios de nuevo.

.....

Estábamos juntos de nuevo.

Fue más oficial cuando llegamos a la escuela tomados de la mano y nos besamos en medio del pasillo.

La pequeña mentira del asalto parecía ser suficiente para que todos se lo creyeran y vieran a Luke como mi héroe, aunque la historia era al revés.

Mi hermana no quería hablarme, cuando supo que estaba saliendo de nuevo con Luke ella simplemente se apartó, no me dio otro de sus sermones sólo me dejó de hablar, se refería a mí para cosas puntuales y en casa hacia hasta lo imposible por evadirme.

Claro que me afectaba, Luna era mi otra mitad, la extrañaba demasiado. No era la primera vez que peleábamos pero si era la primera vez que durábamos tanto tiempo molestas.

Nunca podía estar plenamente feliz, había vuelto con el amor de mi vida pero había perdido a mi hermana.

—Me encanta verte con ese uniforme.—me abrazó por la cintura mientras depositaba besos en mi cuello.—Deberías ponértelo una de estas noches...