Reputation

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—¡¿Cómo que reprobé?!.—exclamé horrorizada mientras observaba la hoja del examen con mi baja calificación.

Era imposible, era para el único examen que había estudiado, me había desvelado dos noches, no pude haber reprobado. Arrugué aquella hoja y me levanté decidida para ir hasta donde estaba mi profesor de historia.

—¿Se le ofrece algo señorita Maxwell?.—dijo mirándome por encima de sus gafas.

—Debe haber un error con mi examen.—dejé la hoja sobre su escritorio y él bajó la mirada para fijarla en el papel.—No pude haber reprobado, estudié muchísimo, se lo juro, puedo responderle cada una de esas preguntas ahora mismo.

—No creo que haya ningún error señorita Maxwell, yo mismo corrijo mis exámenes.—subió la cara de nuevo para mirarme.—No sé si quería jugarme una broma, sea lo que haya querido hacer, está reprobada y agradezca que no la llevé con el principal.

—¿Una broma?.—pregunté más confundida que antes.

—¿Ya leyó sus respuestas?.

Mi ceño se frunció completamente y tomé la prueba de nuevo para leer cada respuesta.

¿Espera que?.

Todas las respuestas estaban cambiadas, ni siquiera tenían sentido, ¿qué carajos estaba pasando?. Comprobé que si era mi prueba porque tenía mi nombre, pero me di cuenta de que no era mi letra además de que siempre escribía mi nombre con tinta purpura y este estaba escrito con tinta azul.

Seguí leyendo la prueba hasta toparme con la última respuesta y sentí como la sangre comenzaba a hervirme dentro del cuerpo, esas malditas me las iban a pagar.

"No sé la respuesta porque soy una perra muy estúpida y sólo se abrirle las piernas a todos los chicos de la escuela. ¿Podemos arreglar mi calificación en privado profesor Hoffman?"

—Por favor, es obvio que yo no escribí esto...—negué mostrándole la hoja.—Esta no es mi prueba.

—¿Qué nombre dice arriba?.

—Mi nombre pe...—me interrumpió negando con la cabeza.

—Si está su nombre es su prueba, señorita Maxwell.

—¡Pero ni siquiera es mi letra!.—golpeé su escritorio con los puños.—Debe creerme, alguien hizo esto para perjudicarme, puedo decirle las respuestas ya mismo.

—El examen de recuperación es el próximo viernes, le recomiendo que estudie un poco más y la próxima vez que intente jugarme una broma, no hablaré con usted si no con el director directamente.

Respiré profundamente para calmar mi instinto asesino porque estaba segura que le iba partir los lentes de un solo golpe. Asentí resignada y volví a mi lugar mientras en mi mente le gritaba todas las groserías que estuvieran en mi repertorio.

 Asentí resignada y volví a mi lugar mientras en mi mente le gritaba todas las groserías que estuvieran en mi repertorio

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ʜᴇᴀʀᴛʙʀᴇᴀᴋᴇʀ | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora