ʜᴇᴀʀᴛʙʀᴇᴀᴋᴇʀ | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨

Porn Star

Nos encerramos en el baño principal luego de esperar en el pasillo a que unos chicos terminaran de follar. Una vez adentro, Christian abrió una de las ventanas para que no nos diera tanto calor y encendió el porro.

—¿Cuántos años tienes?.—preguntó tratando de buscar mi mirada, retuve el humo en mis pulmones hasta que no pude más y comencé a toser.—Dime por favor que eres legal.

Me eché a reír ante su comentario y le pasé el porro.

—Aún no, pero en unos meses cumpliré dieciocho.—me senté en el borde de la bañera.

—Bueno, sólo espero que no me acuses con la policía.

—Nunca haría eso.—negué regalándole mi sonrisa más sexy.—¿Te puedo pedir un favor?.

—Claro.—asintió con una sonrisa y me pasó el porro de nuevo.

—Quiero darle celos a mi ex novio, está en la fiesta, terminamos esta mañana y ya está saliendo con otra chica...—le di una calada al porro y se lo devolví.—Nos vio subir aquí y estoy segura de que está del otro lado de la puerta escuchando.—Christian miró hacia la puerta y luego volvió a mirarme.—Podríamos hacer ruidos pornográficos para que él crea que estamos teniendo relaciones.—reí expulsando el humo de mis pulmones y Christian soltó una carcajada.

—Cuenta conmigo.—me miró con malicia.

—Aquí voy.—me levanté y cerré los ojos para concentrarme, aclaré mi garganta y respiré profundo un par de veces.

Comencé a gemir, de la manera más exagerada que pude hacerlo, parecía actriz porno. Christian tuvo que cubrirse la boca con una mano para no explotar en risas y desconcentrarme.

Luego él comenzó hacer sonidos con su boca y yo chocaba las palmas de mis manos aumentando más los gemidos, haciéndolos más exagerados, Christian también gemía y tuve que contener la risa porque toda esa situación me parecía demasiado chistosa.

—¡Si!...oh por dios, sí, vamos...más duro...más...¡dios mío!.—di el ultimo gemido y cubrí mi boca ahogando las risas.

Christian puso un dedo en su boca indicándome que me mantuviera callada y se acercó a la puerta pegando la oreja de ella para intentar escuchar. Cubrió su boca también para que su risa no se escuchara y me llamó con la mano para que me acercara a escuchar también.

—¿Estás seguro que es ella?.—escuché la voz de Devon.

—¡Claro que es ella, maldita sea, abre la puerta!.

—No tengo las llaves de esa cerradura.

—Ábrela o la tiro de una patada.—gruñó, puse los ojos en blanco y Christian negó.

Tocaron la puerta y nos apartamos de ella rápido, fuí al espejo para despeinarme un poco y me bajé una de las tiras del vestido para verme desaliñada.

—Venus...—era Devon, miré a Christian por el espejo y corrí hasta él para despeinarlo un poco también.—¿Estás ahí?, disculpa es que, quieren usar el baño.

—Sí...ya salimos.—miré a Christian.—Quítate la camiseta.

—Venus.—negó poco convencido.

—Por favor...aceptaste hacer esto conmigo.—supliqué sujetando sus mejillas.—Me gustas mucho.—sonreí acercándome a sus labios y lo besé lentamente.

Me correspondió el beso del mismo modo, lento y pausado, apreté su nuca con una mano y con la otra, logré colarla por debajo de su camiseta y suspiré al sentir lo perfectamente marcado que estaba su abdomen...dios, ojalá hubiésemos tenido sexo en verdad.