ʜᴇᴀʀᴛʙʀᴇᴀᴋᴇʀ | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨

Efecto Mariposa

«El aleteo de una mariposa en Brasil puede producir un tornado en Texas» -Así describió Edward Lorenz la teoría del caos en 1972.

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Desperté cuando sentí sus besos por toda mi espalda, pero no quise abrir los ojos aun, estaba disfrutándolo demasiado y sonreí aun somnolienta.

Apartó las sabanas y se quedó un buen rato besando mi trasero, reí por el cosquilleo y abrí los ojos para mirarlo.

—Espero que tengas una buena excusa para despertarme un sábado a las siete de la mañana.—dije en un tono serio pero él sabía que sólo estaba bromeando.

—Sigue durmiendo, no te necesito despierta.—me bajó los short de mi pijama y me eché a reír.—Me levanté para hacer pipi y cuando volví a la cama y te vi ahí toda preciosa...no pude evitarlo, tu hermoso trasero estaba llamándome.

—¿Te habló?.—asintió dejando un beso en mi nalga.—¿Y qué te dice ahora?.

—Quiere que lo folle sin piedad.—negó fingiendo estar indignado.—Que poca decencia.

—Bebé, estás loco.—reí a carcajadas y me di la vuelta en la cama para atraerlo hasta mis labios y darle un par de besos

—Por ti...—musitó contra mis labios.

—Amo despertar contigo...—sonreí mientras jugueteaba con su cabello despeinado.

—¿Te cuento algo muy bizarro?.

—Dime...

—Creo que escuché a Luna y a Ashton teniendo sexo.

—¿Qué?.—reí mirándolo sorprendida.—¿Hace rato?.

—Hace como media hora...—rió también y ocultó su cara en mi cuello.

—¿No te parece lindo lo de ellos dos?...nunca vi a mi hermana así, después de lo que le pasó no creí que volviera a confiar en los chicos y mírala a hora, hizo click.

—Ellos dos son todo lo que yo hubiese querido ser contigo desde un principio.—comenzó a darme besos en el cuello y cerré los ojos.—Ashton está enamorado de ella desde el primer día que Luna llego a la escuela, parecía un idiota hablando de ella todo el tiempo.

—No le digas idiota, más bien eso me parece tierno...no como tú que me ignorabas y te acostabas con media escuela.

—Sólo quería llamar tú atención.—le di un golpe con el puño por las costillas y se quejó con un gruñido.

—Eres un estúpido, deberías aprender cosas de Ashton.

—Seguro ellos escucharon mi quejido y van a pensar que estamos teniendo sexo y en realidad estoy siendo víctima de violencia domestica.—le di otro golpe, esta vez más duro y se quejó de nuevo para luego reírse.

—Estoy practicando para cuando llegue a casa y la cena no esté hecha.

—Pegas demasiado fuerte para ser una chica, en serio me dolió.—reí ante su mueca y lo besé haciendo que girara en la cama para subirme sobre él.

—No te metas conmigo.—dejé un último beso en sus labios y me levanté para ir al baño, pero antes de que pudiera alejarme, él me sujetó.

—¿Para dónde crees que vas?.

—Al baño...—señalé la puerta y él negó.

—No, hoy es sábado de caricaturas y sexo.

—Vale, pero quiero hacer pis y lavarme los dientes, sabes que no me gusta besarte así.—escuchamos otro gemido y ambos abrimos los ojos por completo para luego romper en risas y negar al mismo tiempo.