— ¿A dónde vamos?.—pregunté ansiosa mientras observaba el camino.
—Si te digo no es sorpresa . —respondió Christian mirándome con una sonrisita cómplice.
Amaba sus sorpresas, él de alguna manera se las arreglaba para sorprenderme constantemente y de sólo imaginarme con cuanto detalle planeaba siempre todo me tenía enamorada.
Había tenido un día horrible en la escuela, Luke me había ignorado, desde que volvió de su recuperación pasaba por completo de mi, ni siquiera cruzaba miradas conmigo y eso me tenía contra el piso.
Podía aceptar que no fuéramos exclusivos, que tuviera novia, que nos acostáramos de vez en cuando pero jamás su indiferencia.
Olvidé todo ese drama por un momento, Christian me había secuestrado de la escuela para traerme a Melbourne, le había dicho en una ocasión que siempre había querido visitar la ciudad, lo que nunca me esperé fue que él se haya tomado el tiempo para alejarse de sus responsabilidades y traerme hasta aquí.
No sólo eso, se había tomado la molestia de planear un día lleno de actividades, marcando cada lugar que debíamos visitar en un pequeño mapa que tenía en sus manos. Me hizo apagar mi celular y él también apagó el suyo para no tener ningún tipo de interrupción.
Subimos a uno de los famosos tranvía que nos llevó a la popular zona de grafiteros. Hosier Lane era pobremente el lugar que más quería visitar en Melbourne y que fuera nuestra primera parada me emocionó demasiado.
Uno de los grafiteros me dejó pintar en un espacio en blanco y no se me ocurrió nada mejor que pintar mi nombre en letra corrida rodeado por un corazón, había quedado bastante bien y Cristian me tomó una foto polaroid junto a mi obra de arte.
Luego fuimos a comer a un restaurant súper curioso en el barrio chino donde probamos un montón de comida asiática que nunca había probado y que seguramente no volvería a hacerlo.
—Aquí era a donde quería venir. — le tomé una foto al enorme edificio y Christian se echó a reír.
—Te llevé a varios lugares hermosos pero claro, tú te morías por visitar una vieja cárcel.—negó entre risas.—Eres única V.
—Me encanta el misterio, ¿te imaginas que veamos un fantasma? —lo miré divertida mientras entrabamos al castillo.—Sólo imagina todas las almas torturadas que vivieron aquí.
Estaba fascinada con la arquitectura, por dentro se veía aun más tenebroso y tomé un par de fotos.
—Aun se pueden escuchar sus gritos.—dijo elevando sus cejas.-Ven para tomarte una foto.—le entregué la cámara y me paré junto a una de las celdas, puse una de mis mejores poses y Christian se echó a reír al ver la foto en sus manos —Ponle nombre a esta foto.
—Presa de tus besos.—subí mis cejas juguetonamente y reí robándole un beso —Presa de tu encanto...—continué hablando contra sus labios y volví a besarlo.
Nos besamos por un buen rato, me acorraló contra una de las paredes mientras me devoraba sus deliciosos labios que amaba besar. Me separé unos centímetros rozando la punta de su nariz y suspiré.
—Gracias por todo esto...por preocuparte tanto por mí.
—Agradéceme con besos.—sonrió y sujetó mi barbilla para volver a besarme.
Christian era todo lo que necesitaba y me dolía demasiado no poder corresponderle por completo, él sabía que seguía queriendo a Luke y aun así no le importaba hacer estas cosas por mí, era demasiado maravilloso y sentía que no lo merecía.
El paseo no terminó ahí, subimos hasta el piso ochenta y ocho del eureka skydeck, donde contemplamos abrazados, la ciudad y el lindo atardecer con una vista de 360 grados. Era todo tan romántico que no creí que fuera real.
Lo mejor de todo el viaje fue cuando nos sentamos en la arena de la playa y observamos a los lindos pingüinos que salían de anoche a dar un paseo.
—Quiero llevarme uno a casa. —comenté mientras observaba a los pingüinos y mi sonrisa se borró lentamente al recordar a Luke.
Los pingüinos eran su animal favorito y me hubiese encantando que estuviera aquí para verlos conmigo.
Era una maldita, cómo podía estar pensando en él cuando tenía a este perfecto sujeto junto a mí.
Apoyé mi cabeza de su hombro abrazando sus costados y cerré los ojos.
—¿Y si hacemos una choza con hojas secas y nos quedamos aquí? —Christian se echó a reír por mi comentario.
—Empecemos, tú busca las hojas y yo la madera para la fogata.-reí levantando mi cabeza y besé sus labios.
—Pasemos la noche aquí...—murmuré mirándolo a los ojos.
—¿Aquí en la playa?.—negué mordiendo mi labio.
—En un hotel.
No sé si esto estaba en sus planes pero sentía que lo había retrasado bastante, quería tener relaciones con él, estaba lista y no me importaba si luego de ese día no quisiera verme más, quería estar con él y punto, ya era hora que dejara a un lado el fantasma de Luke.
Nadie sabía, ni siquiera el mismo Luke, que era el único con el que me había acostado en mi corta vida, no había estado con ningún otro chico, a pesar de lo que pudiera pensar todo el mundo de mi.
Quizás esa era la razón de mi encaprichamiento con él y venía siendo hora de acabar con ese ciclo tóxico en donde me encontraba sumergida.
.....
Caí sobre él en la cama y sus manos recorrieron mis piernas hasta toparse con el dobladillo de mi vestido, comenzó a subirlo mientras mi concentración estaba en sus labios. Era un beso lento y delicioso, amaba sus labios, la manera en cómo se amoldaban con los míos, era una adicta de sus besos.
Me separé para sacarme el vestido por sobre mi cabeza y volví a devorar sus labios porque no podía estar demasiado tiempo lejos de ellos, sus manos se pasearon por mi espalda al mismo tiempo que intentaba subirle la camiseta.
En el momento que logré deshacerme de ella, besé su pecho y cada centímetro de piel que podía.
Me quité el brasier y tomé sus manos para dejarlas en mis pechos, cruzamos miradas y nos sonreímos mutuamente mientras él masajeaba mis pechos con suavidad.
Mis caderas se movían en círculos imitando los movimientos de sus manos pero sus jeans me impedían sentirlo por completo. Bajé mis manos recorriendo su abdomen y desabroché sus pantalones para bajarlos poco a poco.
Soltó mis pechos para terminar de quitarse la ropa y me ayudó a bajarme la ropa interior. Su mirada me recorrió de arriba hacia abajo para luego mirarme a los ojos.
—¿Has visto la estatua de Venus de milo?.—negué con una sonrisa.-Es hermosa, la escultura tiene demasiados detalles y la forma en cómo la representan en la cultura griega y romana, es muy imponente, la describen de una manera maravillosa, dicen que su belleza era tanta que deslumbraba a todos —dejó las manos detrás de su cabeza mientras me observaba atentamente.—Pero ni eso se puede comparar contigo...eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida.
Cuando creí que Christian no podía traerme más loca por él, iba y se superaba a sí mismo.
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ʜᴇᴀʀᴛʙʀᴇᴀᴋᴇʀ | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨
Fanfiction«𝑰𝒕'𝒔 𝒚𝒐𝒖 𝒂𝒏𝒅 𝒎𝒆 𝒕𝒉𝒂𝒕'𝒔 𝒎𝒚 𝒘𝒉𝒐𝒍𝒆 𝒘𝒐𝒓𝒍𝒅» No conviertas a alguien en todo tu mundo, porque cuando te falte, te sentirás como si no tuvieras nada. Y cuando todo se acaba y sabes que él no volverá, hasta deseas que esas cosa...