Friendzone

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Michael tenía razón, había arruinado la cena por completo. Me estaba terminando de arreglar cuando el olor a quemado llegó hasta mi habitación y bajé corriendo las escaleras hasta la cocina pero fue inútil porque la lasaña que tanto me había esmerado en hacer se había vuelto carbón.

Ahora la casa estaba llena de humo y faltaba como media hora para que Mike llegara. Así jamás lo iba a impresionar, era un completo desastre.

Tuve que abrir todas las ventanas para que el humo saliera y eché todo un bote de aromatizante para disimular el olor, eché la lasaña quemada en la basura y busqué en la nevera algo para preparar en diez minutos.

—¿Qué apesta así?.—Luna había entrado a la cocina y la miré como mi última esperanza en el mundo.

—Tienes que ayudarme.—la sujeté por los hombros.—Michael no tarda en llegar y se quemó lo que le había hecho, se supone que viene a cenar, pero como vamos a cenar ¡Si no hay cena!.

Estaba en medio de un ataque de pánico y Luna no era de mucha ayuda porque sólo se burla de mi.

—Ya V, cálmate.—rió apretando mis mejillas.—Termínate de arreglar que yo te ayudo aquí.

—Eres la mejor, nunca dejes de brillar.—le di besos por toda la cara y subí corriendo las escaleras de vuelta a mi habitación.

Apestaba a humo, así que tuve que meterme en la ducha de nuevo, fue la ducha más rápida que había tomado en mi vida.

Terminé de maquillarme y me pasé el secador por el cabello hasta secarlo lo más que pude.

Me eché casi dos litros de perfume porque sentía seguía oliendo a lasaña quemada, volví a entrar en pánico cuando escuché el timbre, corrí hasta la ventana para ver si era Mike pero suspiré aliviada cuando vi a Ashton.

¿Ashton?, me pareció extraño pero no tenía tiempo de investigar porque Mike llegaría en cualquier momento y yo seguía en ropa interior.

Al menos ya sabía lo que iba a ponerme.

Un vestido strapless blanco y encima un cardigán de tule también blanco, sandalias de tacón y estaba lista para atacar.

Cuando volví a la cocina me encontré con Ashton y Luna hablando tranquilamente en el mesón.

—Hola Ash.—lo saludé con un beso en la mejilla.

—Te vine a salvar la noche.—sonrió elevando las cejas.

—Le pedí a Ashton que trajera comida de su casa, su mamá cocina delicioso aunque deberías ponerle mucha sal o algo para que Mike crea que lo hiciste tú.—hice una mueca sacándole la lengua y escuché a Ashton reírse.

—Yo sé cocinar, la lasaña me habría quedado deliciosa de no haberse quemado.

—Las galletas que le hacías a Luke eran deliciosas.—mi hermana le cubrió la boca a Ashton lo más rápido que pudo pero ya era demasiado tarde.

—Ash...te agradezco enormemente que vinieras a ayudarme, sabes que te adoro, pero por favor, no vuelvas a nombrar a ese sujeto en mi presencia, sé que es tu amigo y que le debes mucho, pero para mí está muerto y de los muertos no se habla.

—Entendido, fuerte y claro.

—Mejor nos vamos.—anunció Luna tomando a Ashton de la muñeca.—Mamá no va a llegar temprano, le guardas un poco de cena, yo regreso como a las diez...por favor V, si vas a tener relaciones con él hazlo en tu habitación, aun no he podido borrar ese recuerdo de tú y...ya sabes quien en el sofá.—puso cara de asco.

ʜᴇᴀʀᴛʙʀᴇᴀᴋᴇʀ | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora