Harley & Joker

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Ni siquiera era una fiesta de preparatoria, el lugar era en una especie de edificio en construcción y el aspecto industrial no me gustaba para nada.

No conocía a nadie a excepción de los amigos de Luke. La mayoría de las personas era gente adulta y nada de lo que sucedía me daba buena espina.

Para completar mi mal rato, había una chica del grupo de Luke que no paraba de mirarme como si me quisiera asesinar. Todo tuvo sentido cuando Luke logró presentármela y supe que era la famosa Sara, la chica con la que él estaba saliendo antes de volver conmigo.

Era mayor, le calculaba unos veintitantos, quizás estaba especulando, pero su cara de pocos amigos la hacía lucir mayor y amargada.

—Vámonos ya amor...—supliqué haciéndole un puchero y lo atraje hasta mis labios para robarle un beso.—No me gusta este lugar, la música es terrible y en el baño sólo hay chicas drogándose.

—¿No te estás divirtiendo?.—negué sujetando las solapas de su chaqueta.—Está bien, debo hacer algo y cuando regrese nos vamos, ¿te parece?.

—No me dejes sola.

—Sólo será un momento, V, los chicos igual están pendientes de ti.—señaló a sus amigos y negué poniendo los ojos en blanco.

—Está bien, no te tardes.—besé sus labios repetidas veces y suspiré al verlo alejarse.

Estaba demasiado incomoda en ese lugar, sin mencionar que a unos metros de donde estábamos habían unas bailarinas exóticas haciendo pole dance, era la fiesta más extraña y extravagante a la que había ido y no me sentía a gusto.

Hice contacto visual con Sara, otra vez, estaba cansada de ella así que le sostuve la mirada, elevando una de mis cejas. Ella rió con arrogancia y comenzó a caminar hacia mi dirección mientras bebía de su vaso.

—Te puedo regalar una fotografía.—dije una vez estuvo frente a mí y se echó a reír.—Ya que no has parado de verme en toda la noche, ¿cuál es tu problema?.

—Trato de buscarte el atractivo.—me recorrió con la mirada haciendo una mueca de asco—Y por más que te veo no logro entender cómo es que Luke está tan enamorado de ti, eres insípida y fresona.

—Ay no por favor, que maldita pesadilla, de verdad que estoy harta de las perras de Luke.—bufé fastidiada y me di media vuelta para alejarme de ella.

—Apuesto a que ni siquiera sabes que haces aquí ni lo que está haciendo tu noviecito.—me detuve para seguir escuchándola pero no me di la vuelta, al ella notar que no decía nada continuó.—Luke es el dealer de la fiesta.

—Eso no es cierto...—hablé en un susurro y giré sobre mis talones para obsérvala.

—Por dios niña, mira a tu alrededor.—soltó una pequeña risita.—Estás tan ciega de amor por ese tipo que ni siquiera te das cuenta de lo que pasa en tus narices, Luke se la pasa consumiendo y trafica drogas junto con sus amigos, le va bastante bien por cierto.

Claro que todo eso era mentira, estaba diciendo todas esas babosadas para desprestigiarlo, estaba acostumbrada a eso, a que las chicas me hablaran mal de él porque estaban ardidas, no le creía nada.

—Él ha estado sobrio desde hace meses, deja de soltar tanto veneno y acepta de una vez que no quiere estar contigo.

—¿Sobrio?.—rió a carcajadas mientras me miraba como si fuera estúpida.—Nena, anoche se estaba drogando conmigo.—mi pecho comenzó a contraerse y apreté los puños a cada lado de mi cuerpo en un intento por controlar la ansiedad.—Si no crees nada de lo que te estoy diciendo, anda y míralo con tus propios ojos...—señaló hacia el lugar donde Luke se había ido.

ʜᴇᴀʀᴛʙʀᴇᴀᴋᴇʀ | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora