[1] Cenizas de un lazo de Acero [Señora Acero: la Coyote]

25 "En casa"

Daniel

-Ven acá,acércate-me dijo mirándome con sus hermosos ojos azules.

-¿Estás segura?-le pregunté frunciendo el ceño,imseguro si acercarme más o no-

-Te conozco Phillips,aunque no me digas nada,sé que no te gustar estar lejos-me siento frente a ella en la cama, y nos quedamos mirando los dos.

Me quiero quedar así,solo viendola y perdiéndome en ella y su amor,tengo ganas de decirle lo hermosa que se ve con el sol que le refleja un poco en la cara,como su iris cambia de color,a uno un poco más verde,como su cabello se ve brilloso y como sus pestañas tocan de forma sutil sus pómulos cuando baja la mirada o hablarle sobre la pequeña peca que le ha salido en una de sus mejillas,porque siempre la he observado,la he apreciado porque me hace sentir vivo.

-Daniel te quería pedir perdón,por todo lo que tuviste que pasar por mi culpa.-me dice casi en un susurro.

-Shh,no digas nada Vicenta,valió la pena porque te veo al fin después de tanto tiempo, creeme que verte es una suerte del destino para mi-le digo sincero y mirándola fijamente.

-Pero...-quiere refutarme,pero la callo antes de que siga.

-Pero nada,es verdad que pase por muchas cosas feas,pero siempre estuviste ahí,sin darte cuenta,porque me acordaba de tu sonrisa y seguía con mis terapias-le digo sincero y ella voltea sus rostro para analizarme-porque soñaba con conocer a mi hijo,porque quería volver a verte,porque si yo luche,si yo me quedé aquí fue por tu embarazo-digo algo adolorido por tanto tiempo mantenerme callado con mi dolor-porque no quería dejarte sola,porque a ese niño yo lo desee desde el momento que entendí que estaba enamorado de ti- digo en un suspiro lleno de amor,ella me mira y reprime una sonrisa-porque quería palparlo,quería decirle que lo amo,desde el instante que supe que existía.

-Tranquilo Daniel,él..él lo sabe-me dice con la voz dudosa-porque la promesa que te hice en esa lancha,yo te la cumplí-veo como baja la mirada y sé que recuerda la explosión,la cual se llevo la felicidad de nuestras vidas-por eso te dijo "papi",porque desde que estaba en mi vientre,él él...-Veo que las lágrimas,salen y salen de su rostro,así que me atrevo y le limpio las lágrimas con mis dedos,ella me mira y me sonríe,una sonrisa sincera,una bonita,luego agarra mi mano y entrelaza mis dedos con los suyos,y no digo nada,de hecho cierro los ojos, y no digo nada y nos invade un silencio a los dos,pero no es incómodo,es bonito,siento su tacto, y recuerdos vienen a mi mente,luego de un ratito vuelvo abrir mis ojos y ella me mira.

-Vicenta-le digo con añoranza.

-¿Si? Dime.-me responde ella con la mirada baja.

-Es que quería saber,si es que quizás...-comienzo a decirle pero me callo porque lo que quería sería muy cursi.

-¿Quizás?-me pregunta ella con una sonrisa contenida en su rostro.

-Este,mira si no quieres esta bien,no es tu obligación-le digo antes de que piense algo malo, o se quiera alejar por instinto.

-Quieres un abrazo, ¿cierto?-me pregunta como si pudiera leer mi mente,una sonrisa sale de mis labios sin darme cuenta,Vicenta me atrapó,me descifró otra vez.

-Si,pero-intentó frenarla,pensando que quizás se sienta incómoda por mi.

-No tranquilo,yo también quiero y necesito un abrazo,para creer que esta no es otra de mis pesadillas en las que te vas y me dejas sola-me dice en voz baj,para luego mirarme y sonreír.

Veo como abre sus brazos, y yo me pegó más a ella,hasta estar cara a cara,con el atardecer de fondo,y su respiración muy cerca a la mía,sintiendo como mi corazón late desenfrenado en mi pecho, le agarro su rostro y le hablo muy bajito.

-No sabes cuanto tiempo llevo esperando esto.-veo como una ráfaga de dolor pasa por su mirada,entonces siento que debo pegarla a mi.

Abro mis brazo,y hundo mi cabeza en su cuello,respiro su olor,su aroma,y siento algo de calma a mi dolor,las lágrimas que estaban apresadas empiezan a salir,siento como si todas mis barreras cayeran lentamente,dejándome indefenso ante su tacto,pero lo que más me extraña es que siento que sus muros también caen antes nuestra cercanía y ella también llora, siento su dolor,ella siente el mío y creo que nuestros cuerpos y emociones hablan sin la necesidad de decir nada más. Y somos solo dos corazones rotos,heridos,que nunca se debieron separar,pero no lo pudieron evitar,pero el mío,el mío, el mío sigue deseando pelear por el corazón de ellos,está con fuerzas . Nos separamos y la miro a sus hermosos ojos.

-Vicenta-susurro su nombre por lo bajo.

-Dime-me responde ella en el mismo tono y veo como sus ojos se abren ante mi,con una mirada mezclada,con una mirada que no puedo descifrar.

-¿Te acuerdas del papelito amarillo?-le pregunto mirándola con cierto miedo a su respuesta.

-Como olvidarlo-me responde con una hermosa pequeña sonrisa

-Pues ese aún sirve,y te lo quiero rectificar "Significa que te amo para siempre"-inflo mi pecho armandome de valor-y aún lo hago,te amo y no sé qué haré,pero quiero luchar por tu amor,porque no me fui y porque "te voy a estar esperando con un tequila para celebrar lo mucho que te amo",el tequila te lo debo-le digo y ella me da una pequeña sonrisa-pero la espera termino, y te daré el tiempo que necesites,porque yo estaré aquí esperándote.

Tengo que decirle lo que siento,que ella lo sepa,que estoy dispuesto a todo.

-Si tu me das una segunda oportunidad-digo y veo su sorpresa en su rostro-no habrá un día que no te demuestre que te amo,no te volverás a sentir sola,porque voy a estar contigo-le digo y agarro su mano para darle un apretón.

-No,no,se que decirte-me responde y baja su mirada,cerrando sus ojos-pero gracias Daniel,gracias,pronto sabré que es lo mejor para mí,pero ahora debemos irnos.-me dice con media sonrisa.

-¿A dónde? A mi me gusta estar abrazadito a ti-le respondo y ella se ríe.

-Ya empezaste Phillips-me dice con su voz divertida.

-Ven,vamos,tenemos que hablar con Danielito,tengo que aclararle todo este enredo- me dice mientras se para de la cama con una sonrisa.

-Esta bien- le digo alzando los brazos en forma de rendición,ella sonríe otra vez

Estoy enamorado de su sonrisa.

La sigo por el pasillo hasta que llegó un cuarto donde se escuchan voces,las reconozco son Danielito y Chayo. Una extraña sensación viene a mi pecho,Vicenta me presentará con mi propio hijo,como su papá. Vamos hablar como la familia que soñé que seríamos,como la familia que perdí,la cual lucharé por recuperarla.