[1] Cenizas de un lazo de Acero [Señora Acero: la Coyote]

32 "Familiaridad"

Vicenta

Me siento en la cama y abrazo ,siento las lágrimas empiezan a salir de mi rostro. mientras Daniel acaricia con una mano el rostro de Danielito y con la otra mi mano, me seca las lágrimas.

—Tranquila, ya verás que es solo un resfriado-me dice con una sonrisa.

—Mami siempre se pone así cuando me enfermo-dice mi niño mientras pasa una mano por mi mejilla.

—¿Ves? Estás asustando al niño ¡calma!-me dice Daniel en voz alta.

—Es que...

—¡Es que nada! Danielito va a estar bien, como siempre, porque tiene a la mejor barra del mundo-Me dice mientras pasa su brazo por mis hombros.

—Tienes razón, gracias, Daniel—le digo mientras sonrío.

Y así se nos va el tiempo,pasan unos minutos y llega el doctor,nos dice:

—Señores ¿me dejan examinar al paciente a solas?

—¿Por qué a solas?-Pregunta Daniel alerta.

—Daniel, así es siempre. Este doctor es de confianza. Ha atendido a Danielito desde que nació, tranquilo, no pasa nada-Le digo mientras agarro su mano para salir del cuarto.

Daniel
Salimos del cuarto y nos sentamos en una banca que está en el pasillo Vicenta está muy asustada y me está asustando a mí.¿Dani tendrá alguna enfermedad que yo no sepa? Ella está temblando,y por como veo en sus ojos cielo esta apunto de llorar,y no lo voy a permitir,no quiero que ella decaiga por eso me le acerco y le pregunto:

—Vicenta ¿hay algo de Danielito que yo no sepa?

—Si pero no,osea no es algo tan grave y más que todo ya está bien.- Me dice mientras refriega sus manos con su rostro.

-No entiendo,por favor explícate más-me dice minetras se acerca más a mi pero sin tocarme.

-Mira, cuando él era un bebé le detectaron principio de asma,pero lo curamos,sin embargo cada vez que le da gripe me pongo mal,pienso que le puede pasar algo.-se limpia una lágrima y respira lentamente.

—Tranquila lo curaste quédate con eso,nuestro niño no correrá peligro más.-Le digo mientras le pongo un cabello en su oreja.

—No ¡ni lo digas pues! Danielito no tiene nada;él es fuerte,esperemos eso.

—¿Se ha enfermado así de una gripa antes?-le pregunto para obtener datos, para eliminar totalmente opciones.

—Sí -sonríe-él siempre se ríe de mí porque me asusto mucho con una simple gripa pero es que de solo pensar que lo puedo perder-se le quiebra la voz-me muero,me ha tocado sentir dolor mucho tiempo,y no lo quiero volver a sentir.

Vicenta
Ya se que es estúpido asustarse tanto por una simple gripe y armar todo este drama pero siento que él es parte de mí y si lo pierdo, me muero,las lágrimas salen de mi rostro,juego con mis dedos para lidiar con mis nervios y Daniel me dice:

—Nadie se va a morir aquí-me dice fijamente.

—¿Me lo juras?-le pregunto con miedo.

-Te lo juro,me voy a cuidar el doble,y a ustedes el triple.

Siento que toma mis manos dejándolas quietas ¿qué siento en su tacto?. ¿familiaridad? ¿viejas costumbres?, si debe de ser eso.Solo costumbres

—Tranquila, todo va a estar bien. A nuestro hijo no le va a pasar nada porque es un campeón-me dice mientras una manta de lágrimas cubren su vista-porque lleva nuestra sangre y porque es un Philips-Acero ¿entendiste?.

Por alguna razón, el calor de sus manos hace que deje de temblar y su voz serena me calma... sus palabras,entonces respiro profundo y me relajo por unos instantes, siento la puerta abriéndose...Daniel y yo nos paramos rápido y entramos al cuarto de Dani a recibir su diagnóstico.

—Señores, no hay de qué preocuparse, Danielito es un campeón pero hasta los campeones les toca resfriarse-Dice mientras mira a mi niño con cariño.

—¿Era solo eso, doc?-Pregunta Daniel aliviado.

—Si, es solo un resfriado. Tranquilos, con el jarabe de siempre, y unas cuantas indicaciones estará bien su hijo .

—¿Ves, Vicenta? Todo está bien,él es muy fuerte-Dice Daniel mientras me regala una de sus pecualiares sonrisas.

—Pos si ¡vámonos con Danielito!-Le digo muy feliz.

Vamos hasta la camita de mi niño y le damos su jarabe,nos sonríe y nos dice:

—¡Parecían dos hormigas locas!-Exclama mientras se desarregla el cabello.

Mi bebé hermoso se ríe, lo cual hace que nos riamos nosotros y Daniel dice:

—Yo no, tu mamá-me dice sonriendo y le guiña un ojo.

—¡No te hagas que tú también, gringo!-le diga dándole un toque en el hombro.

—Los dos son los mejores papás del mundo ¡los amo mucho,de aquí hasta Urano-Dice mientras levanta sus brazos.

—Nosotros también te amamos, mi amor,mucho,mucho.Le digo mientras me acerco a abrazarlo.

Daniel se le acerca y le sonríe,debe ser raro para él escuchar a Dani decir que lo ama cuando apenas lo conoce en persona pero yo le enseñe a mi niño desde pequeño a amar a su papi esté donde esté,ya sea en el cielo o en la Tierra,o en un hospital dormido porque él siempre nos iba a cuidar y ahora esta aquí para su hijo.

—Te amamos porque tú eres nuestro pequeño tesoro.-Le dice mientras agarra su mejilla.

Nos abrazamos los tres y siento algo extraño... por un segundo que somos una familia ¡qué tonta, Vicenta! ¡Claro que somos una familia! Aunque no seamos pareja, somos los papás de Danielito.

Va pasando el tiempo y mi niño se cura de su gripe. Pasan cuatro días. Daniel y yo llevamos toda la tarde jugando con Danielito,mi niño entra a la casa para bañarse e intento ir detrás de él pero Daniel me detiene agarrándome el brazo suavemente y diciéndome:

—Vicenta, espera-me dice con cierta cautela en su mirada.

—Dime ¿necesitas hablar de Danielito?—digo como respuesta inmediata, conozco esa mirada Phillips.

—No, solo quiero que veas conmigo la puesta del Sol—me dice con ternura.

—Daniel—le digo sabiendo que no es lo mejor.

—Por favor—me dice lleno de ternura.

—Podemos ver la puesta del Sol otro día—le digo,buscando una excusa para salir de esta situación lo más pronto posible.

—Pero es que esta es especial.-Me dice mientras se agarra las manos.

—¿Por qué?—le pregunto con la ceja arqueada y mis manos en las caderas.

—Porque es la última del verano—me explica.

—¿Y?—lo vuelvo a cuestionar sin entender la importancia de la puesta de sol, okay es linda pero es algo que sucede todo los días.

—Le puedes pedir un deseo pero solo se cumple si estás con alguien importante para ti a tu lado. Danielito ya se fue a bañar y solo quedas tú; acompáñame, por favor—me dice con una sonrisa de lado.