Vicenta
Lo miro a los ojos y veo preocupación en su mirada.
—Vamos a afuera, tenemos que hablar.-Le digo limpiado mi rostro e intenado calmarme.
Dejo el baño y me limpio la boca. Cuando salgo, él está sentado en la cama viendo a la ventana.
—Ya vine.-Le digo fingiendo una pequeña sonrisa.
—¿Qué Pasa, mi vida? Babe, no me digas que no has comido por mi, porque si es así, me sentiré mal. -Dice preocupado.
—No es eso, si he comido, pero he estado vomitando mucho.-Le digo apoyando em el armario del cuarto.
—¿Ya fuiste al doctor? Si quieres lo llamo.-Dice buscando el celular en la mesita de noche.
—No es solo eso, tengo náuseas y dolores de cabeza.-Digo agachando la cabeza para no verlo.
—Voy a agendar una cita para hoy. -Dice mientras busca el número
Hace el amago por levantarse, pero yo lo detengo.
—Siéntate.... mira, esto es muy difícil decirlo, ya que la última vez que te lo dije, fue muy trágico y tengo miedo de que todo se vaya, esta vez para siempre.-Le digo sin poder verlo y siento mi voz temblar-Daniel me toma de las manos.
—Solo dímelo, hablemos. No me ocultes nada.-Dice viendome con ternura.
—Hace años Te hice una promesa, te dije que si despertabas de terapia intensiva, cuando lo de Indira, íbamos a formar una familia.-Le digo intentando calmarme.
—Si, y luego pasó lo de las lanchas, y nació Danielito, que es lo mejor de mi vida, junto contigo.-Sigue mientras toma mis manos.
—Si, pague muy caro por mi silencio, por no haberte dicho antes, y pensar que no era el momento—siento una lagrima caer por mi ojo—pues imagínate que este es el momento y no me pienso equivocar ahora, porque aprendí a las malas que lo más importante es la familia, porque te amo y te voy a cumplir esa promesa-Le digo y él me mira algo comfundido y asustado- Daniel, mi amor, ya no vamos a tener un güerito, van a ser dos porque estoy embarazada. Vas a ser papá otra vez, y vas a ver el embarazo de tu bebé, de tu gringuito. -Le digo y empiezo a llorar de la emoción , le acaricio el rostro y él pestañea varias vece.
—Vi...vic...ent...a.
Veo que las lágrimas se salen de sus ojos y un recuerdo viene a mi mente:
"vas a ser una gran mamá, y le vas a hablar de mí".
Y mas lágrimas salen de mis ojos, el miedo a perderlo de
nuevo me invade. Lo veo pararse y toma mis manos.
—¿Es real? ¿De nuevo, vamos a tener un güerito o güerita? -Asiento con mi cabeza.
—Si, vamos a ser papás, solo prométeme que no te vas a ir a ningún lado, no ahora, no de nuevo.-Digo intentando no desmoronarme ahí mismo.
Me aviento a sus brazos y me pego a él y me abraza con fuerza y me susurra:
—No me pienso despegar ni un segundo de ti ni de Danielito en los nueve u ocho meses que quedan. No me voy a perder esto otra vez porque es lo que más he querido.-Dice mientras acaricia mi espalda.
—¿Me lo prometes, Daniel?-Le susurro en su oído
-Lo prometo- lo suelto y veo que el también está llorando y le doy un beso lleno de amor.
—Te amo, Vicenta, gracias por esto.
—Te amo, Daniel, gracias Por mi familia, por todo. Eres y serás el amor de mi vida. -Le digo sonriendole de regreso.
—Sé de alguien que también se va a poner feliz con las noticias.-Me dice sontiente.
—¡Danielito!—decimos al simultáneo.
Nos cambiamos de ropa y él me toma de la mano y me lleva hasta el cuarto de Dani. Ni bebé está dormido.
—¡Tan bonito! Siempre me ha gustado verlo dormir. Cuando no estabas, verlo dormir era como verte a ti y cuando dormíamos juntos y se me abrazaba, me sentía la mujer maravilla; que podía protegerlo de todo y de todos siempre.-Le digo mientras me apoyo en su hombro.
—Y lo hiciste, y ahora que estamos juntos—besa mi mano—vamos a protegerlo juntos—frota
mi vientre con su mano—a Jr y a nuestro bebito o bebita. -Pongo mi mano sobre la suya y me abrazo a él. Pasamos unos segundos así y nos acercamos Danielito, mi esposo pasa su cabello por detrás de su oreja y besa su mejilla. Daniel se pone por el otro lado de su cama.
-Hi, baby, wake up.-Dice viendolo.
—Me contó que le estabas enseñando inglés.-Le digo a Daniel.
—Ayudándolo a perfeccionarlo, más bien, porque el ya leyó un curso de inglés.
—Mi bebé es muy inteligente, salió a ti.
Veo que mi niño abre los ojitos y aún está medio adormecido.
—Papis, ¿qué hacen aquí tan temprano? Mis clases de natación no son hasta las 10:00 y son las 7:30.-Y da un bostezo.
—Ya.. es que hoy vamos a hacer algo.-Le digo sonriendole.
—Y Te va a encantar, mi amor.-Le sigue Daniel sonriendo.
—¿Qué?-pregunta Danielito.
—Pues vamos a pasar todo el día los tres juntos como familia.-Dice Daniel.
—¿Los tres, mi amor?-Pregunto alzando una ceja.
—Bueno, los cuatro.-Dice Daniel sonriendo.
—¿Diego viene?-Pregunta Dani emocionado,
—Los cinco. -Decimos al unísono.
—¿Quién viene con nosotros?
—Tu hermanito, bebé, el que está aquí adentro—acaricio mi vientre.
—¿Voy a tener otro hermanito?-Dice abriendo los ojos y mirando mi vientre
—Siiii.-Decimos Daniel y yo y nos abrazamos.
Lo preparamos y pasamos todo el día juntos. Me han dado mareos leves pero eso no me impide disfrutar con ellos. También me ha dolido mucho la cabeza y eso lo nota Daniel.
Son las 5:30 de la tarde y estoy sentada en una banca mientras Daniel juega con los niños. Diego se queda jugando con Dani mientras Daniel viene a verme.
—Babe, ¿estás bien? ¿Tienes un mareo? ¿Quieres que vayamos a adentro ya? -Dice acariciando mi hombro.
—No, Tranquilo, es solo que me duele la cabeza.-Le digo sonriendo levemente.
—Ya... -Dice frunciendo el ceño.
—En serio, no me duele mucho la cabeza, pero no quiero arruinarles el juego a los chamacos. ¡Mira lo felices que están!-Le digo viendolo muy alegre.
—¿Y el bebé? ¿Ya pensaste en el? -Me habla preocupado.
—O ella, y lo que me duele es la cabeza, no la panza.
—Ya, peor primero tienes que estar bien tú para que mi bebe esté bien, y también para que Dani yo estemos bien. Ya ves que es como una pequeña esponjita, lo absorbe todo y necesita verte bien.-Me dice algo preocupado.
—¿Y Tú? ¿También necesitas verme bien? -Pregunto de vuelta.
—¡Claro que si, mi vida!—me besa la frente—necesito que estes bien para poder estar bien porque si no, me preocupo, me asusto porque me dueles. -Siento correr una lagrima por mi rostro y el me la limpia.¡Benditas hormonas!
—No llores—me abraza—ya pasó, mi vida, no duele, todo está bien.
—¡Son las hormonas hombre! Me tienen toda sensible y ahora lloro por todo.
—Dani, Diego, vengan.-Los llama Daniel y ellos corren hacia donde estoy.
—¿Qué pasa, pa?-Dice Diego viendome.
—Aquí estamos, papi.-Llega Danielito atrás de él
—Vamos a entrar ya a la casa, Vicenta no se siente bien.-Dice medio serio.
—¿Es por mi hermanito?-Pregunta Dani con su puchero.
—¿Hermanito? ¿Entonces Es cierto lo que dice Dani?-Pregunta Diego sorprendido y con las manos en la boca.Holaa!❤
Les traemos un capítulo especial💘
Espero que se encuentren muy bien y si es que estan en cuarentena, sean pacientes y aprovechen el tiempo que tienen en transformarse en su mejor versión💕🙌.
No se olviden de la estrellita🌟
Con un toque de locura y nostalgia
Las guerreras del olvido💘
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[1] Cenizas de un lazo de Acero [Señora Acero: la Coyote]
Fanfiction¿Has sentido la necesidad de regresar el tiempo y cambiar algo? Para Vicenta esto esta presente en todo momento, las ganas de volver y enmendar las cosas. De alguna manera,el tiempo se ha convertido en uno de sus peores enemigos. A pesar de que...