[1] Cenizas de un lazo de Acero [Señora Acero: la Coyote]

107 " ¿Puedo?"

Vicenta

-No lo creo, esto es mucha felicidad para mí y por ahora quiero quedarme en este estado de felicidad, claro si es que me permites acercarme- dice mientras me sonríe de lado, y coloca una mano detrás de mi espalda, hasta que nuestros pechos se juntan, nuestras narices se rozan, cierro los ojos unos instantes, mientras siento su respiración lenta y pausada mientras mi corazón late desenfrenado, entonces le digo en voz baja.

-¿Qué quieres Daniel Phillips?-puedo sentir un roce en sus labios cuando hablo.

-Déjame conocerte más, obvio solo si quieres- dice y yo abro los ojos y él me ha estado viendo todo el tiempo.

-¿Quieres una respuesta?- digo mientras tomo su rostro con una mano.

-Si- dice mientras cierra los ojos- pero quiero ser yo el que te de la mía antes- dice y me besa desprevenida, lentamente como una dulce melodía sin prisas, con pequeñas pausas y cambios de ritmos, compás de amor.

Sus manos suben hasta que me sostienen el rostro, siento todo en mi estremecerse, parte de mi estaba apagada hasta ahora y no puedo disimular la sonrisa en mi cuando hacemos una pequeña pausa, siento miedo por un momento, pero él no me suelta, viene con más fuerza por mis labios y yo paso los brazos detrás de su cuello.

Daniel

Mientras la beso siento que algo arde dentro de mí, nuevas sensaciones que me llevan a pedir más, un poco más  y al mismo tiempo se siente tan bien, al inicio fue algo lento que te iba envolviendo de a poco pero con fuerza, no quería acelerar porque quería disfrutar todo lo que sentía por ella, ahora solo necesito un poco más.

Me acerco de nuevo y esta vez con más fuerza, paso una mano por su espalda y trazo pequeños círculos, mientras ella tiene sus manos detrás de mi cuello, siento que sus manos están por el borde mi camiseta, sonrío sin vacilación y yo mismo me la quitó, veo su rostro de asombro, seguro pensó que no deseaba nada, pero eso no es así, quiero todo. Me vuelvo acercar a ella, bajo mis manos por sus piernas y el pantalón que lleva, ella las alza y las enrolla en mi cintura.

Cuando está alzada por mi la puedo ver mejor, ojos azul intenso, mejillas sonrojadas y labios hinchados, es hermosa, sonríe, y veo como se saca la blusa que cargaba dejando al descubierto su brassier color blanco , se acerca a mi y me vuelve a besar, camino hasta la cama y ahí la bajo lentamente, la observo un segundo a ella, entre esas sábanas blancas y su sonrisa me siento como si estaría cerca de algo mágico, nos besamos hasta que ella me gira y se pone encima de mí, y una sonrisa pícara sale de su rostro, mientras veo que juega con la cremallera de mi pantalón de arriba abajo y demás, mientras mi claridad se nubla por el deseo de algo más, se deshace de mi pantalón muy rápido y regresa a su posición anterior, me besa el estómago lentamente, sube por mi pecho hasta que está al nivel de mi rostro, entonces se empieza a mover pausado, sin prisas.

-V..icenta- digo algo desorientado.

-¿Si ¿- dice sonriendo

-Eso no se vale- dice mientras siento como mi temperatura sube- per..o me g..ustan las trampas- digo mientras ella acaricia mi cuerpo, sus manos  siguen así, hasta que siento que algo corre de mi zona baja, y ella se ríe con las mejillas enrojecidas, cierro mis ojos e intento recuperarme, ella se pone a mi lado, tomo su rostro y la beso, acaricio su cabello, ella se quiere recostar en mi pecho, pero la detengo.

-Ahora me toca a mí- digo y bajo hasta que me deshago de su ropa interior, regreso y la beso para luego bajar por su cuello, su vientre y parte de sus piernas, están sublimes ante mí.

-Tranquila cariño- digo en un susurro, mientras beso sus muslos, primero toco la zona y veo como se estremece, su piel se eriza y respira agitada-vamos lento-digo conmovido, introduzco mi dedo en su zona y suelta exclamaciones, voy avanzando e introduzco otro mientras ella solo murmura, tomo su mano y la beso, estoy concentrado hasta que ella se sienta, toma mi cabeza y me enfrenta con un beso agitado, roza nuestros pechos sin cesar lo cuál hace que mis sentidos se alteren, siento como transpira cada vez más, mientras envuelve sus piernas en mi, de repente mi visión se nubla y necesito un poco más, la recuesto y poco a poco nos unimos de manera que primero se vuelve un silencio, donde ambos estamos casi perdidos hasta que todo llega al clímax donde todo se une, se sincera y se siente como todos los sentimiento quedan expuestos cuando no puedo evitar soltar su nombre en medio de tanto sentir.

Cuando nos recuperamos, lo que hago es subir a su lado, veo cierto brillo en su mirada le sonrío de vuelta y la beso, por momentos quisiera que retrataran este momento, que alguien capturara este instante donde me siento tan vivo, ella me mira y a pesar de su sonrisa veo miedo en la forma en que me mira.

-Déjame quedarme- le digo tomando su cabello y acomodándolo- ¿puedo?- le pregunto con la cabeza a un lado, ella me sonríe, se acerca a mi de nuevo y me da un beso junto con una sonrisa en mis labios, mientras pone una mano en mi corazón, nos observamos un momento y parte de la luz de la noche le da justo en su rostro mientras la miro algo atontado.

-Quédate- me dice cerca de mi rostro y sonriendo.

Paso mi mano por su espalda desnuda, nos acomodamos entre las sábanas poco a poco, nuestras piernas se enredan y ella se duerme en mi pecho, por ese momento me siento como en casa, alguna paz que me dice que ahí estoy seguro, yo me quedo viéndola unos momentos más acariciándole el cabello, y contando los lunares de su cuerpo, mientras pienso en lo fácil que es sentirme bien a su lado, en lo fácil que es quererla y en lo que estoy sintiendo, en como ella puede conquistarme.

Holaaa

esperamos que les gusten estos dos capítulos de hoy!, no se olviden de la estrellita y de seguir esta historia que ya casi llega a su final.

Amor por Viniel!

Con un toque de locura y nostalgia...

Las guerreras del olvido.