102 "Pierde el rumbo"

53 4 0
                                    

Daniel

Entro en la habitación con mil emociones en mi, veo que está de espalda siento unas ganas de llorar inigualables, cuando cierro la puerta veo que se da cuenta, se gira y me mira , se queda quieta, veo como su respiración se hace lenta.

-Hola mami- digo en un hilo de voz mientras me acero a la cama en la que se sentó.

-Dani- Me dice con sus ojos llenos de lágrimas, sonrío de nuevo porque me reconoció.

-Si, soy yo mom tu Dani- digo mientras tomo su mano y le doy un beso, cierro mis ojos y las lágrimas salen sin parar.

-Ya mi niño- dice mientras se levanta y me abraza con todas sus fuerzas, escondo mi cabeza en su cuello y me refugio en ella como lo hacía cuando era pequeño, recuerdo las veces en que sus abrazos me reconfortaban de los fracasos de la vida.

-Mami, me siento algo perdido- digo mientras la abrazo más fuerte- no sé si estoy haciendo lo correcto, solo quiero que todo vaya bien, siento que ni siquiera yo me reconozco.

-Dani, dani – mírame me dice mientras agarra mi rostro con sus manos y me sonríe- te entiendo, te olvidas que soy la campeona en olvidarme las cosas-dice mientras se ríe-las personas se pueden olvidar de su rumbo, o se lo pueden arrebatar, aunque eso es maleducado, por momentos sentiras que ya no sabes que quieres, o que aquello por lo que luchabas no era tan increíble como pensaste y te sentirás en medio del océano con tanto que recorrer pero sin un destino, y esta bien no somos perfectos y perdernos es parte de todo, pero si algo te digo es que la dirección correcta nadie te la va a decir, en ocasiones la definición de "correcto"- alza las manos y hace movimiento con ellas- cambia para cada quien, tu definición de correcto será lo que te hace feliz, lo que provoca que tu corazón brinque o que sienta esa curiosidad, tu instinto te lo dirá que a veces será contrario a lo lógico, pero será tu felicidad, y si sonríes en consecuencia de una decisión de algo, es porque era lo mejor que puedes hacer.

-Es que todo parece real y al mismo tiempo no-digo triste.

-Pero que te dice tu corazón-pregunta mientras me acaricia el cabello.

-Que me quedé, y que lo intente- digo- pero al mismo tiempo tengo miedo.

-¿Miedo? ¿Daniel Phillips con miedo?, sabia que no eras de acero-Dice y se ríe, yo me río junto con ella.

-Ay mom, no sabes cuanto te extrañé- digo mientras la abrazo- en donde estaba era difícil hablar.

-Si, por eso en esta casa me ponían audios falsos-dice tranquila.

-¿Qué?- pregunto asombrado.

-Me olvido de las cosas, si, pero reconozco la voz de mi hijo, Daniel yo sé que andabas en cosas muy peligrosas, algo aquí- dice mientras se señala su pecho- me lo decía, pero ahora ya estoy tranquila, estás conmigo de vuelta a pesar de todo-dice mientras me abraza más fuerte.

-A pesar de todo-digo de vuelta mientras el abrazo se hace más fuerte.

-Te amo Dani- dice.

-Te amo mami- respondo de nuevo.

Nos quedamos un tiempo más hablando, ella me cuenta de su programa de cocina y como ciertas veces ha salido hacer algún postre que vio, pero siempre la terminan ayudando, me agradece por volver y luego se va a dormir.

Salgo de la habitación y recibo un mensaje de Salvador, diciendo que si necesitaba hablar con él, que iba a estar en la sala principal, así que me dirijo para allá.

Cuando llegó a el lugar lo veo con una lata de jugo mientras mira a la nada.

-ya estoy aquí- digo para sacarlo de sus pensamientos.

-Ah si dime-dice él mientras bota la lata vacía a un bote cercano.

Me siento en uno de los muebles de la sala y él va al otro extremo.

- ¿Qué ha sucedido con mi mamá en el tiempo que no estuve? -pregunto curioso- sé que el Alzheimer es muy complicado de lidiar y no sé cuantas crisis debió haber tenido, o como vive su día a día.

-Es complicado Daniel, es decir si, el Alzheimer le impedía entender algunas cosas de lo qué pasa, existía días que no nos reconocía y se quería ir, que eramos sus secuestradores, por eso tenía miedo de mostrártela porque si se despertaba con ideas equivocadas te iba a confundir, pero hoy al menos estuvo tranquila, había días que me confundía a mi contigo- dice y se ríe y yo hago lo mismo- me daba mucha ternura.

-¿Preguntó por Vicenta o por los niños?.

-Si, muchos días, los llamaba y todo, teníamos que ver como entretenerla con fotos y contándole de que salieron, pero creo que ella sabía que no todo estaba bien, de hecho un día esto llegó a otro extremo.

- ¿Otro extremo? A qué te refieres- digo asustado.

-Empezó a decir que todos estaban muertos, y se pegó con un recipiente que había en su cuarto en la cabeza.

-¿Qué? Y ¿cómo se dieron cuenta?.

- Porque escuchamos el estruendo y nos asustamos, la llevamos a emergencias, de ahí instalamos las cámaras de seguridad, teníamos miedo a que haga algo en la noche, entonces hay un micrófono para vigilarle la respiración- me mira con un rostro triste, mientras yo retengo las lágrimas, y pienso en todo lo que pasó mi madre mientras yo estaba siendo engañado- te pido disculpas por quitarle la privacidad a tu mamá pero no sabíamos como vigilarla si estaba bien, ella no quería ninguna ayudante, porque decía que se sentía inservible, entonces un día nos tocó instalarlos.

-No, no tranquilo , entiendo que es necesario y gracias por cuidarla-Digo mientras le doy un golpecito en su hombro.

-De nada Daniel, es de la poca gente que mantenía vivo el recuerdo de la familia de mi hermana, debíamos cuidarla.

-Me dijo algo de cocinar ¿es verdad?-pregunto curioso.

-Sí, tu mamá cocina muy bien, existía días en que se despertaba de buen ánimo y quería hacer alguna receta, entonces una de las chicas del servicio la acompañaba y hacían la comida, dependiendo del ánimo ella come con nosotros, otras veces cocina y créeme que se disfruta verla cuando esta tan alegre.

-Que bueno saber que al menos disfruta algo, pero ¿cómo hacían para que vea a Vicenta?- pregunto.

-No la ha visto, consultamos con un médico y nos dijó que por el estado de mi hermana, si tu madre la ve le va afectar para mal-dice y veo como se entristece su rostro, desvía la mirada y me sigue contando- ella esta alejada en una habitación de la casa del gallo, justamente para evitar que se tope con la señito.

-¿Cómo está ella?- pregunto.

- ¿quién mi hermana? - pregunta asombrado, y veo una pequeña mueca alegre.

-Si, Vicenta- digo normal.

-¿Qué tan sincero quieres que sea respecto a su estado y como lo ha pasado?, es decir ya sabes algo pero no todo- pregunta viéndome fijamente a los ojos.

-Quiero que me digas en breves rasgos la verdad en pura esencia, hechos fuertes y como terminó ella así.

-Si quieres la verdad la tendrás- dice él.





Hola

Les traemos un nuevo capítulo, esperando que les guste y dejen sus impresiones en los comentarios.


Con un toque de locura y nostalgia....

Las guerreras del olvido

[1] Cenizas de un lazo de Acero [Señora Acero: la Coyote]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora