[1] Cenizas de un lazo de Acero [Señora Acero: la Coyote]

40 "Solo nosotros"

Vicenta

Siento mi corazón latiendo con fuerza, mientras sus manos están en mi rostro y las mías en su hombros, nuestras bocas estan unidas y siguen su propio ritmo, como si el tiempo no hubiera pasado por este rincón, como si las lágrimas nunca hubieran existidos, como si las pesadillas simplemente se fueron o nunca estuvieron, como si el tiempo no hubiera pasado, como si la vida nunca olvido a el oficial de migración con un corazón noble, como si de repente fuéramos los mismos de hace años,como si simplemente estuvieramos unidos por algo más fuerte que el destino.

Nos separamos y me regala una sonrisa mientras seca una lágrima que cae por mi mejilla y yo hago lo mismo con la suya, entonces pegamos nuestras frentes y cierro los ojos, dejando que la calma llegue a mi.

—Me siento completo. Me hiciste demasiada falta. Gracias por esto, por todo.-Dice mientras mueve la cabeza lentamente- Gracias porque si me hubieras dicho lo contrario, hubiera quedado roto pues porque yo te amo—Dice angustiado, yo abro mis ojos para regalarle una sonrisa que le quite todo ese miedo.

—Yo también te amo—Le digo lentamente.

—Dilo más fuerte, necesito convencerme—Dice mientras su pecho sube y baja con mucha fuerza-

—TE AMO, DANIEL, te amo—Digo alzando la voz mientras lo miro intensamente.

—Bendita la hora en la que te conocí—Dice con una sonrisa.

—Fue nuestra mejor coincidencia—Le digo recordando la época cuando él me perseguía en busca de respuestas.

—Vicenta, vamos a recuperar todo el tiempo perdido; vamos a salir, a jugar, a viajar como una familia porque una familia contigo es mi sueño desde que me di cuenta de que estaba enamorado de ti—Dice mientras acaricia mis mejillas.

—Ahora es una bonita realidad—Le digo sonriendo y con mucho miedo de que esto que esta pasando sea solo un sueño, que cuando me despierte desaparezca.

—La más hermosa de todas—Dice con decisión.

Entonces me comienza a besar con desesperación, introduce su lengua en mi boca y yo le permito mientras enredo mis manos en su cabeza, haciendo que la intensidad aumente, y lo beso con todas mis fuerzas y mis manos empiezan a bajar hasta su pecho.

—¿Lo sientes? Es mi corazón—Dice con la voz ronca y respirando muy lento.

—Si, lo siento—Digo fascinada por lo rápido que esta latiendo,empiezo a acariciarlo lentamente, y veo como todos los vellos de su piel se erizan, lo cuál provoca que me ría.

—Está loco por ti—Dice mientras pone su mano encima de la mía

—Y el mío por ti—Le digo sonriendo mientras le acaricio la nuca.

—Te voy a hacer una pregunta—Me dice reteniendo la respiración, y dando un largo suspiro.

—La que quieras—Le digo muy tranquila.

—¿Tú y Jackson?—Me dice mirandome a los ojos, y desde ya sé por donde va el tema, así que respondo rápidamente.

—No, no llegamos hasta ese punto-Digo muy directa y sin que exista espacio a la duda.

—Eres la mejor mujer que pude haber encontrado—Dice mientras me mira con admiración, sé que me esta analizando todo el rostro, como le gusta hacerlo,fijarse en cada detalle, hasta que su boca mpieza a besar mi cuello y va subiendo hasta mi boca haciendo que todos mis sentidos se alteren.

—Baby—Dice respirando lentamente.

—Dime—Le digo agitada

—¿Vamos a hacer güeritos?—Dice con una sonrisa en su rostro.

—Lo que tú quieras, mi amor—Digo mientras siento como mi pecho se infla de emoción.

—Te amo... te amo—Dice desesperado y acercándose a mi boca nuevamente.

Mis manos se trasladan a los botones de su camisa, y cuando estoy a punto de terminar de abrirlos él me detiene

—Sígueme—Dice con una mirada poderosa.

Me toma de la mano y me conduce hasta su cuarto, sigo sus pasos sin pensarlo dos veces.Él cierra la puerta y me pega contra la pared mientras subo mis piernas a sus caderas, lo ayudo a despojarse de su camiseta y él me saca el vestido, lentamente, mientras con sus ojos color aqua me analizan todo mi cuerpo, Daniel pasa una mano lentamente por mis pechos y mi cintura, sin decir nada solo observando, lo cuál provoca que me ruborice.

—Eres hermosa—Dice mientras se acerca y deposita un beso en mi cuello.

Yo lo beso desesperadamente y él me conduce hasta la cama, sus besos empiezan a ser más lentos y empiezan a bajar por mis pechos, ahí se deshace de mi sujetador y empieza a tocar mis pechos mientras respira agitadamente, después sigue bajando por mi vientre, sin dejar de verme a los ojos mientras bajaba, una vez en mi vientre Daniel empieza a dejar besos.

-Te estoy dando todos los besos en esta zona, donde estuvo Danielito, donde estuvo una de las cosa más importante en mi vida, eres valiosa Vicenta y debes tenerlo muy claro.-Sigue bajando hasta llegar a despojarme de mi ropa interior, siento sus manos subir por mis piernas, cierro los ojos ante tanto placer, tanta emoción, de repente me siento conmocionada simplemente solo siento el amor, cuando su voz me saca de mis ideas

—¿Estás segura de esto?—Me susurra desde abajo.

—Segurísima—Digo con la respiración agitada.

Siento como dos de sus dedos entran lentamente en mi punto sensible, y me obligo a cerrar los ojos intentando mantener la calma.Me sostengo de sus hombros a la vez que levanto mis piernas para darle más acceso a esa parte de mi.

-Vamos bien Vicenta-Dice Daniel con la voz ronca y las pupilas dilatadas.Siento como sus dedos empiezan hacer movimientos en mi zona, los saca y vuelve a entrar, mientras yo solamente intento respirar y siento como mi cuerpo se eleva, solo puedo sentirlo a él a nada más todo a nuestro alrededor se va. Siento un pequeño ardor en el momento que aumenta la velocidad de sus movimientos.Daniel se sube encima mío hasta que sus manos estan a los costados de mi cintura y deja besos en mi vientre.

-Solo necesito que me mires a mi, solo a nosotros-Dice para luego bajar y despojarse de toda su ropa, sin dejar de mirarme a los ojos.Siento como entra en mí provocandome un ardor, intenta ir lento lo sé, porque para un segundo para luego seguir, veo como su respiración falla, junto con la mía, hasta que echa su cabeza hacia atrás, provocandome un sinfin de emociones, escucho como los sonidos de placer salen tanto de su boca como de la mía.

Todo se une, es el llamado éxtasis donde todo parece valer la pena por esta fusión, siento como todo mi dolor se borra por lo menos por ahora, cuando veo a Daniel me siento completa, la parte que me había hecho falta estaba de regreso, con todo el tornado de sentimientos que se desata.