69 "Especial"

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Vicenta
En realidad salía con Chava y Chayo pero solo para hablar con ellos sobre todo tipo de cosas. A veces, llevábamos a Elizabeth y le ayudábamos a elegir ropa. Se parece mucho a su madre: le gusta estar arreglada y canta hermoso. Estoy pensando en eso cuando entra Chayo a la cocina. Danielito ya está en sus prácticas y yo había ido por una fruta.

-¿En que piensas, Chenta? ¿En Cómo le entra el agua al coco o que?-Dice mi hermano y da un golpecitp en mi cabeza.

-Me rio-No es eso, mija, es que este mes ha sido raro.

-Ni me lo digas, he tenido como diez jarrones nuevos por ti-Se ríe.

-Me rio-calla pues.

-Y Elizabeth te adora. Le encanta que la vistas.

-Con tal de salir de tanta tensión pues por mi perfecto y es muy-de repente empiezo a ver borroso y un mareo. No puede ser ¡embarazo! También siento un dolor en mi cabeza.

-¡AUCH!-digo aguantando mi cabeza.

-¿Que te pasa, Vicenta?-Pregunta Salvador a mi lado sosteniendome.

-Eeestoy bien.-Digo nerviosa.

-No, a ti te pasa algo.-Dice serio mirandome.

-No, no. Es que ayer no comí y hoy no desayuné casi.-Le digo inventando una excusa.

-Canijo hombre ¡con razón! Nútrete, Vicenta, tienes un hijo que cuidar y a.-Dice pero se queda callado al final.

-Daniel.-Le completo y viro los ojos porque no

-Si pues, el Te quiere.-Dice alzando los hombros.

-Lo sé. Es que he estado down pero ya voy a comer.-le digo con una pequeña sonrisa

-Júralo.-Dice viendome serio.

-Te lo juro pues.-Le respondo viendolo fijamente y me retiro.

Asi me voy a mi cuarto y me encierro. Agarro una foto de los tres.

-Mi amor, Daniel, creo que Danielito tendrá un hermanito o hermanita. Ojalá se te pase el coraje ya. Te extraño-beso la foto y entro al baño a hacerme la prueba casera.

Al salir espero los cinco minutos, cuando ya pasaron tengo miedo de mirar, intento tranquilizarme y me seco las pequeñas lágrimas que tengo en mis ojos, abro la prueba y veo dos rayas. ¡Positivo!, agarro la prueba y la pego a mi pecho. Las lágrimas empiezan a salir de mis ojos. Mi corazón está desesperado. Voy a ser mamá de otro hijo de Daniel y esta vez podrá verlo crecer en mi vientre, verlo nacer y criarlo desde bebé. Entonces lo recuerdo: Daniel ya no me quiere. Una tristeza sacude a mi pecho y un nudo aparece en mi garganta. Me siento en la cama y veo a la nada pensando ¿qué hacer? Mil dudas invaden mi mente: ¿le digo o no? ¿Y si regresa conmigo solo por pena? ¿Y si le pasa algo? ¿Y si se lo toma mal? ¿Cómo reaccionará Dani? ¿Será niño o niña? ¿Y si el Teca se entera? ¿Y si me quiere hacer lo mismo que a la Chayo? Tantas preguntas en mi cabeza sin ninguna respuesta y tantos miedos que tengo. Agarro la almohada de Daniel y la abrazo pero eso no me llena. Lo necesito a él pero el sigue sin hablarme. Cuando intercambiamos palabra es solo por Danielito y me duele demasiado,todo lo demás es por mensaje de texto. Lágrimas salen de mis ojos y le digo a mi bebé:

-Hola, mi amor, ¿cómo estás? Sé que me escuchas. No estes triste. Te amamos mucho y te vamos a proteger. Tu papi te ama mucho, solo que está un poquito molesto. No lo odies, el te ama sin saber qué existes-acaricio mi vientre-Usted quédese ahí calladito unas semanitas mas hasta que mami y papi se arreglen ¿si bebé? Te amo, te amo, te amo.

Me quedo dormida hasta que son las 7:00 de la noche y mientras camino por el pasillo escucho a Frida hablando con alguien por teléfono y sonriendo mucho.

-Adios, espero veré pronto. Te extraño.-Dice con una voz dulce.

¡Lo sabía! Frida está enamorada. Camino hasta ella y veo que tiene una sonrisa de oreja a oreja en el rostro. Cuando me ve, se pone nerviosa.

-Vi.. centa.-Dice ocultando el celular detrás de ella

-Hola, mija, tengo algo que decirte, es sobre Dieguito.-Digo fingienco que no escuche nada.

-Dime.-Dice con su mejor sonrisa.

-Acompáñame a mi cuarto y te digo.

Caminamos hasta mi cuarto y una vez adentro, me dice:

-¿Que pasa con mi hijo? -Pregunta preocupada.

-Pues es que me pidió que te diera esto.-Le digo enseñandole una carta.

Saco una carta sellada y se la entrego. Dieguito me había pedido que se la entregara a su mamá pero en secreto porque era el aniversario del primer caso que ganó en un tribunal o algo así.

-¡Ayyyy! ¡Mi niño se acordó!-Dice al leer la 1era parte de la carta.

-Frida, me alegra mucho verte feliz.-Le digo con una sonrisa en el rostro.

-Gracias, espero que tú y Daniel se arreglen pronto. Yo ya le dije que se dejara de pendejadas. Si ustedes se aman, nada más debería de importar.-Dice muy tranquila, y sosbandome la mano.

-Pues si, esperemos que nos arreglemos pronto. ¿Y tú? Te veo muy feliz. ¿Acaso te puso así con quien hablabas?-Le digo connuna sonrisa cómplice cerca de ella

-Este...-Veo que se rasca la frente y desvía la mirada.

[1] Cenizas de un lazo de Acero [Señora Acero: la Coyote]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora