Vicenta
-Sí pues, mijo, con Jack. Me llamó para decirme que tiene que hablar algo conmigo.-Le digo lo más normal y tranquila posible.
-¿Qué es ese algo?-Pregunta mientras se cruza de brazos y cambia la posición de su piernas.
-O sea ¿voy a poder hablar con él, mami?-Pregunta Danielito mientras sigue saltando a mi lado como una pulga
-Sí, mi vida, vas a poder jugar con él.-Le digo con una pequeña sonrisa.
-¿A qué hora viene, mami?-Pregunta mi Danielito. Danielito ahora no...
-Me dijo que a las 12:00. -Digo calmada.
-¿Y aceptaste que venga?-Me pregunta Daniel algo enojado.
Lo entiendo porque Jack no es cualquiera: es mi ex novio y mi mejor amigo pero este gringo cabeza dura tiene que entender que yo lo amo a él y solo a él. Espero poder convencer a Daniel de la verdad: que lo amo con todo lo que soy.
-Sí, pues.-Digo alzando un hombro restándole importancia a la llamada
—Pero no me dijiste nada.-Dice haciendo una fina línea con sus labios, pero no entiendo su pregunta, se supone que las cosas estaban claras.
—Daniel, ¿para qué te lo iba a decir si?-Digo pero mejor me callo, no quiero discutir.
—Pero es que yo... yo.-Me interrumpe y titubea muchas veces, no entiendo su molestia.
—¿Qué, Daniel?-Digo mientras cruzo mis brazos. Me molesta que dude de mí aunque tenga razones para hacerlo, sé que hablamos de Jackson, pero yo con Jack ni he hablado, ni escrito a pesar de ser un gran amigo, no lo he hecho, no hay motivos para dudar, al amenos que él crea que estoy confundida —¡No me digas que!-Replico algo molesta pero no termino lo que iba a decir porque me doy cuenta de que está Danielito en medio y no quiero que le afecte vernos pelear. Veo a Diego caminar por el pasillo y le digo a mi niño:
—Dani, allí está Diego, vete a jugar con él en lo que mami y papi hablan de algo importante.-Le digo agarrando su hombro suavemente.
—¿Cosas de adultos, mami?-Pregunta mi niño y puedo ver un poco su tristeza.
—Sí.-Digo lo más calmada que puedo.
—Oki.-Lo veo dirigirse hacia dónde está su hermano e irse con él. Me giro hacia Daniel y le digo:
—Vamos al cuarto, no quiero que Dani nos vea.-Camino hacia nuestro cuarto seguida por él.
Entramos y cerramos con llave.
—¿Por qué no me lo dijiste?-Dice en un extremo de la habitación cruzado de brazos.
—Porque no era necesario, Daniel.-Digo calmada sentada en la cama.
—¿Es que yo no importo o qué?-Pregunta molesto y celoso.
—No es eso, Daniel. Es que me tiene que decir algo. Dijo que era importante. Creo que es sobre el Teca, no sé.-Digo recogiendome el cabello en una cola.
—¿Crees? Pregunta con una ceja levantada.
¿Qué le esta pasando?
—Sí pues. Me dijo que era algo que por el cel no se podía decir. Me dijo a una hora y yo le dije que sí-Digo rápidamente e intando serenarme,- A demás, Danielito lo quiere ver.-Termino de agregar, pero al decir lo último su expresión cambia de molesta a sarcástica.
—Nice!—me dice sarcásticamente—de paso, Danielito también.-Lo miro y una pequeña risa se escapa de mi boca.
—¿No me digas que estás celoso?-Pregunto levantandome de la cama y poniendo las manos en mi cintura.
—¿Yo?-Pregunta un poco ofendido—¿Yo?
—No—le digo con un toque sarcástico—yo.
—¿Sabes qué? Sí, sí, ¡sí lo estoy!-Dice volteandose e inhalando repetidas veces-Porque es tu ex y a parte ¿por qué Dani lo tiene que seguir viendo si no es tu familia?-Pregunta en voz baja.
Al escuchar eso, me levanto de la cama y le digo.
—Porque es mi mejor amigo y lo conoce desde pequeño; porque antes de que regresaras, jugaba con él-Digo pero paro unnmomento para respirar y que Daniel no sienta que le estoy reclamando- pero Danielito siempre tuvo claro que Jack es su tío y tú eres su padre-Le digo-Phillips mírame por favor. Veo como Daniel se voltea y noto cierta triateza, pero sigo con mi mención-Yo no le voy a prohibir eso por estos panchos, Daniel Phillips, podras ser el papá y todo pero Jackson es como su familia- Me acerxo hasta estar muy cerca de él- y no se prohibe ver a la familia¿okay?.-Digo alho molesta.
—Pero es que tengo miedo.-Dice mirandome a los ojos, y bajando la mirada.
—¿A qué?-Pregunto como si no fuera obvio, pero necesito que lo admita para poder resolverlo.
—A perderte de nuevo.-Dice Daniel tomando mis manos, yo bajo la cabeza y me enfoco en como las líneas de las manos se unen y parece que siguen un mismo camino.
Es en estos momentos es cuando no sé qué sentir. Por un lado, me enoja que Daniel desconfíe de lo nuestro pero por otro, me da ternura lo que me acaba de decir. Cierro los ojos y respiro profundo.
—Bien, al menos eres sincero y no. No va a pasar nada. Mira, si yo hubiera querido estar con Jack era muy fácil: te dejaba a ti y me iba con él.-Digo mientras levanto mi hombro y sonrío a medias- Quedabas solo como el padre de mi hijo ¿no?-Lo veo que baja la cabeza y eso me hace sentir un poco mal. Creo que se imaginó lo que le dije.
—Pero yo te elegí a ti...—me suelto—y me molesta esta falta de confianza, Daniel porque me conoces y aún así dudas de mí.-Digo y me regreso a sentar a la cama, empiezo a revisar unas pulseras que hay en la mesilla de noche, intentando distraerme.
—Pero es que tú me haz ocultado cosas antes. -Dice luego de un largo momento mirándome.
—¿Vas a sacar eso ahora?-Pregunto dejando a un lado las pulseras y viendolo.
—No, pero.-Dice y me obligo a interrumpirlo, no me puede reclamar lo mismo ¡siempre!
—Daniel, yo cometí un error terrible pero no quiero repetirlo y solo por ese error, no debe de haber tanta desconfianza ¡caray!-Digo mientras doy vueltas en la habitación-Se supone que esa es la base de todo ¿no?-Pregunto y me acerco a él para mirarlo fijamente.
—Sí, lo es.-Dice sosteniendome la mirada ¿a qué estamos jugando Phillips?
—Pero tú me estás diciendo que no confías en mí por hablar con Jack y no saber de qué vamos a hablar ¡genial, Daniel!-Digo levantando los brazos- ¿sabes qué? Ya no quiero hablar. Es increíble que desconfíes tanto de mí. -Me dirijo hacia la puerta. Tomo la manigueta y la abro cuando la mano de Daniel la cierra.
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[1] Cenizas de un lazo de Acero [Señora Acero: la Coyote]
Fanfiction¿Has sentido la necesidad de regresar el tiempo y cambiar algo? Para Vicenta esto esta presente en todo momento, las ganas de volver y enmendar las cosas. De alguna manera,el tiempo se ha convertido en uno de sus peores enemigos. A pesar de que...