LV: Por recoger unos platos

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Narra Samantha:

Ya era de noche cuando todas las clases del día habían acabado. Tenía la oportunidad de ir a dormir temprano, pero preferí aprovechar el tiempo de una mejor manera. El asunto de Sebastian y Ciel me tenían inquieta, y de ninguna manera podría dormir tranquila.

¿Acaso mis sospechas eran ciertas? ¿Acaso Sebastian pensaba en... reemplazarme?

—Ojio-chan, me sorprende la habilidad que tiene de aprender cada tema de forma rápida —dijo Sebastian, guardando lo que utilizó para las clases—. La admiro mucho.

—Los temas que me enseñas son sencillos —respondí—, no entenderlos me convertiría en una verdadera zopenca.

—Estos son los temas y cosas que debe aprender conforme a su edad, es simplemente lo adecuado para usted.

—¿Y si te pidiera un nivel más alto de dificultad? —propuse con presuntuosidad—. El trabajo que me deja La Reina es fácil, y todo me parece muy simple y aburrido.

Sebastian puso una mano en su barbilla y pareció pensarlo un momento.

—¿Entonces quiere que le enseñe cosas más difíciles? —dijo, y le sonreí como respuesta—. Sabe, usted es incluso una persona muy madura para su edad. Realmente me parece que no sería una mala idea aumentar la dificultad, usted sería capaz. ¿Está segura que es lo que quiere, Ojio-chan?

—Completamente.

—Como guste —hizo una leve reverencia y me sonrió—. Sus próximas clases son en tres días, prepárese.

—Te esperaré lista.

Sebastian hizo otra reverencia y se dirigió a la salida de la habitación.

Pero... ¿adónde iba?

—Sebastian —llamé, al principio con firmeza, pero luego, por alguna razón, me puse nerviosa—, ¿adónde vas?

—Iba a empezar con la cena —dijo, extrañado por mi inseguridad—. ¿Es que acaso no quiere que la deje, my lady?

Fue hasta entonces que me di cuenta de la ridiculez de mi duda. La cena, obviamente, ¿qué más sería, entonces?

—N-No es eso... —desvié la mirada—. Vete, entonces.

Sebastian rió levemente y salió de la sala de estudio, cerrando la puerta detrás de él.

La cena... La cena, claro, la cena. ¿Qué más sería, si no es la cena? Percártate, Samantha, ¿qué más iría a hacer tu mayordomo? Solamente la cena, únicamente la cena... Porque aún no has cenado, y si se aleja de ti... ¡es porque debe cocinar para ti! Para ti, sólo para ti. O, tal vez no sólo para ti. Ciel, también debe cocinar para Ciel. Pero sólo porque también es humano, porque también depende de alimento. Sólo por eso, ¿no? No porque tenga el deseo de servirle, porque sólo tiene el deseo de servirme a mí, sólo a mí... Irá a hacer una cena para mí, sólo para mí... Una cena... para mí...

。。。

Todos esos pensamientos de ansiedad que tuve sólo porque Sebastian había salido de la sala de estudio, fueron tan fuertes que incluso perdí la noción del tiempo y volví a la realidad hasta que Sebastian volvió a la sala donde yo estaba para avisarme que la cena estaba lista.

Comí con Ciel, como se había vuelto costumbre, e intenté mantener una conversación de la forma más lacónica posible. No quería tener una conversación interesante con Phantomhive, por lo que respondía con frialdad y comía lo más rápido posible.

El Sabor de tu Alma [Kuroshitsuji]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora