Narra Samantha:
—La comida luce muy bien —dijo Alois dirigiéndose a mí, que era la única de la servidumbre presente—, pero no quiero comer.
Parecía que sólo quería fastidiarme... era evidente. De alguna forma, iba a convencerlo.
—Alois... debes comer —dije.
—No quiero.
—Dijiste que la comida luce bien, ¿no? ¿Por qué no quieres comer?
En serio me sentía como una niñera de un niño pequeño y caprichoso... Aunque la diferencia no era mucha.
—Llevarse la comida a la boca es mucho trabajo, es un fastidio, ¿no crees?
—¿Vas a negarte a comer sólo por pereza?
—Así es.
—¿Acaso quieres que lo haga por tí? —dije bromeando.
—Así es —me sonrió. Parece que él no se lo había tomado en broma.
—Obviamente no va a dar lo mismo que coma tu comida por ti, Alois.
—Ese no es el punto —aclaró—. Dame de comer en la boca —volvió a sonreirme.
Esperen... ¿qué? No estoy entendiendo, y eso que soy yo quien está narrando esto.
—¿P-Perdón?
—Disculpa aceptada.
—¿Quieres que... te dé de comer en la boca? ¿Por qué?
—¿Y por qué no? Sólo hazlo, ¿vas a seguir negándote a obedecerme? ¿Acaso quieres que te castigue? —dijo y de nuevo sonrió, pero esta vez, era una sonrisa malvada.
¿Hablaba en serio? Bueno, sí parecía que hablaba en serio.
Pensé un poco antes de hacerlo, pero supe que al final, de todas formas lo haría, así que sólo me digné a empezar.
La comida consistía en una sopa y una ensalda. Tomé la cuchara para que empezara comiendo la sopa. Tomé una cucharada de la sopa y le dije que abriera la boca. Parecía que a él no le avergonzaba, pero a mí sí me apenaba un poco.
Metí la cucharada de sopa en su boca e inmediatamente la escupió.
—¡Está muy caliente! —dijo quejándose.
—Pues claro que sí —dije—. Es sopa.
—Eres una... —estaba por insultarme, pero en vez de eso, quiso pegarme.
Alzó su mano derecha para hacerlo, pero rápidamente me di cuenta y la detuve con mi otra mano.
—Que ni se te ocurra —le advertí.
Hubo alrededor de cinco segundos de silencio, hasta que Trancy rió levemente y empezó a hablar.
—Sin duda no eres una dama ordinaria, Samantha —dijo—. Me estás agradando mucho, ¿sabes?
—Pensé que me odiarías más después de eso.
—Al contrario, es genial que no seas una dejada y tan sumisa como Hannah.
—¿Es por eso que la odias y la maltratas tanto?
—No lo sé... quizás sea algo más.
Después de hablar un poco más, Alois por fin terminó de comer.
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El Sabor de tu Alma [Kuroshitsuji]
FanfictionEl demonio Sebastian Michaelis es mayordomo ahora de un nuevo amo; mejor dicho, una nueva ama... Su nombre es Samantha Harrelson, una chica de trece años con cabello castaño y ojos verde esmeralda. Hizo un contrato con este elegante mayordomo a camb...