Narra Samantha:
Sebastian aún no me bajaba, salimos de la destruída sala del té y parecía que nos dirigíamos a mi habitación. En el pasillo nos topamos con la ama de llaves, Mey-Rin.
—Mey-Rin, te encargo que te ocupes de limpiar la sala de té —dijo fríamente Sebastian sin detener su caminado.
—¡S-S-Sí! —contestó ella tartamudeando.
Yo no hacía más que sólo pensar en la seriedad que poseía Sebastian, y que sin duda estaba enojado conmigo.
《Pero... ¿en serio estaría tan enojado solamente porque ataqué a Alois así?》 pensaba.
Finalmente llegamos a mi habitación y Sebastian me sentó en mi cama.
Aún con su aura de ira, sacó un camisón para que me durmiera ya.
Yo quería decir algo, pero... ¿qué podía decir? Era sólo yo con un demonio enfadado.
Puso mi ropa de dormir junto y a mí y me vistió.
《¿En serio estará tan enojado...?》pensé.
Mi impulso de idiotez me dijo que hiciera algo para comprobar si era cierto, y tuve la mejor idea del mundo cuando empecé a desabotonar los botones de mi camisón, que Sebastian recién había abotonado.
No me comprendo a mí misma en ciertas ocasiones. Si clara y efectivamente Sebastian estaba enojado conmigo, ¿por qué lo estaba provocando más? Bien, Samantha, eres una genio.
Y ahora Sebastian me demostraba que él no estaba jugando. Con toda su ira se acercó a mí y agarró mi mandíbula aplastando mis mejillas un poco.
—No sé porqué no quiere dejar de molestarme más aún, Ojio-chan, pero usted sabe muy bien que no permitiré que continúe con esta actitud de niña malcriada —me dijo. Yo no podía decir una palabra, Sebastian en serio era intimidante—. No la eduqué como una dama en vano, ¿lo sabe, no? —dijo y con la mano que no estaba agarrando mi cara volvió a abotonar los dos botones que había desabotonado.
—S-Sebastian, yo... —en realidad, no tenía nada por argumentar.
Él sólo alzó una ceja viéndome, esperando que siguiera hablando, aunque igual no lo haría.
Solamente pude desviar un poco la mirada.
—Tomaré su absurdo silencio como un "Tienes razón, no haré algo como eso de nuevo" —dijo finalmente soltándome.
—S-Sí... —dije.
—Ahora, duerma ya. Mañana pensaré en su castigo.
Me acosté y Sebastian me arropó, pero antes que apagara las velas en mi habitación pude notar que Sebastian tenía en su pecho una rosa con un color rojo bastante oscuro.
—Sebastian... ¿qué es esa rosa? —pregunté señalándola, el semblante de Sebastian cambió.
—No es nada, my lady... —dijo—. Ahora, descanse, que es tarde.
Salió de mi habitación, dejándome sola.
《¿Castigarme...?》 pensé 《Tch, ni que fueras mi papá》 me cubrí toda con mi frazada hasta que quedé dormida.
Narrador Externo:
Mientras los dos condes habían estado conversando en la sala del té, los dos mayordomos se encontraban en otra habitación...
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El Sabor de tu Alma [Kuroshitsuji]
FanficEl demonio Sebastian Michaelis es mayordomo ahora de un nuevo amo; mejor dicho, una nueva ama... Su nombre es Samantha Harrelson, una chica de trece años con cabello castaño y ojos verde esmeralda. Hizo un contrato con este elegante mayordomo a camb...