capitulo 8

891 44 2
                                    

Narrador omnisciente

Al dar esa orden el Sensei Garmadon, los chicos no pudieron hacer más que mirar a Karloff amenazadoramente.

Kai se paró al instante de haberse despabilado, su contrincante lo mira serio y comienzan una batalla de miradas, Karloff decide cortar esa batalla para cruzar sus brazos y ponerlos a sus costados dando inicio a la batalla.

Kai: ¡fuego!— grita encendiendo sus manos.

Rápidamente, este lanza dos bolas de fuego para dar una voltereta y lanzar otro par, Karloff las deshace con sus puños fácilmente. Este mira enojado a Kai y golpea ambos puños entre sí para crecer unos centímetros y volverse totalmente de metal a lo que el ninja rojo se sorprende demasiado ante esto.

El ahora hombre de metal se acerca corriendo tan veloz como es posible al ninja rojo para comenzar una lluvia de puñetazos hacia el mencionado que solo podía esquivar con miedo de quedar como el suelo con orificios.

El de pelo color chocolate recibe uno de los puños de metal de Karloff que lo deja aturdido en el suelo.

Los demás ninjas se acercan para poder ver lo que pasaba angustiados del pobre chico en el suelo, el Maestro del Metal aún enfurecido levanta a Kai y lo lanza de un solo puñetazo hasta casi caer al mar, este se incorpora sobándose la cabeza, levanta la mirada y se mueve a tiempo para que Karloff no lo aplastara con sus puños.

Pero esto no detiene al hombre de metal que ataca sin cesar al elemental de fuego que solo puede bloquear y esquivar. Al casi caer por la orilla se pone en pose de pelea retando a su contrincante de metal que se lanza al de rojo quien se mueve ágilmente logrando que callera su rival.

Kai rie al pensar que había sido victorioso de la pelea, que lastima que no fue así porque atravesó la mano de Karloff por el techo agarrando el pie del chico con cabello en punta, asiéndolo traspasar el techo y caer al costado del chico de metal quien le miro sonriente.

Nuestro ninja rojo rápidamente se levanta y le manda una patada a su rival que bloquea sin ningún esfuerzo, pero eso no impide al ninja rojo que sigue mandando patadas al azar para dar paso a unos fuertes puñetazos al pecho de Karloff que lo hacen desplazarse hasta una cuerda que hacía función de un barandal.

Los demás ninjas no pudieron aguantarse y miraban por donde habían atravesado el techo asegurándose de que su amigo estuviera bien para su suerte, aún seguía en pie y se sintieron orgullosos por aquello.

Kai enciende sus manos ya fastidiado de la situación y sin piedad comienza a golpear a Karloff lanzándolo al molino que hacía de motor para que el barco avanzara en el frío mar.

El de ojos color café casi naranja salta al frente de Karloff para continuar con su misión personal de ganar esa pelea, ambos saltan y chocan puños llamando la atención del resto de participantes que no lo pensaron mucho para ver lo que ocurría.

La pelea continuaba, ambos al mismo nivel, patadas y puñetazos se lanzaban entre ambos, ninguno daba el brazo a torcer, en un mal movimiento Kai casi cae y esto el de metal lo aprovecho para enviarlo de un solo golpe a bordo del barco.

El de pelos en punta tendido en el suelo vio como Karloff salto hasta posar un pie en la espalda del ninja rojo quien aturdida se queja sin poder hacer mucho, el de metal alzó su puño dispuesto a dar un golpe seco a Kai mientras reía por su pronta victoria.

Clouse: ¡basta!— grita serio, llegando a lo que Karloff volvió a la normalidad y se fue sin más, Kai se sentó exhausto y en eso llega la chica que robaría su corazón.

???: perdón por haber sido tan fría contigo— dijo amable extendiendo su mano para ayudar a Kai a levantarse, a lo cual no se negó, al juntar sus manos la chica sonrió aún más al lograr su objetivo de “tomar prestado” algo que solo a Kai le pertenecía, una vez hecho esto se retiró sin más mientras dejaba a un sonriente ninja rojo.

Tú en ninjago (Libro 2 de 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora