capitulo 71

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Narrador omnisciente

El lugar de la batalla seguía siendo feroz y para algunos, eterno. Nuestros héroes estaban dando lo mejor de ellos mismos a pesar de recibir varias heridas que a un ser humano común y corriente ya lo habría dejado fuera del combate.

El ninja verde había creado su dragón elemental por unos breves momentos, lo justo y necesario para subir al bounty junto a Pythor para que pudiera hablar con su padre. Al subir en este, todos le miraron sorprendidos por ver que traía a ese ser color blanco con el libro de hechizos en sus pequeñas manos.

Lloyd: Pythor— comienza a hablar agitado, por la pelea, sin dejar que los presentes le cuestionen que hace en el bounty con él nombrado— dice que tiene algo que detendrá esta guerra— comenta respirando más calmado que antes mientras se acerca lo suficiente hasta un barril donde deja el libro de hechizos y a Pythor. Los demás se acercan para poder escuchar.

Sensei Wu: han cruzado una línea sin retorno— dice impaciente sin dejar que el anacondrai hablara, realmente no podía creer que este tuviera alguna solución— ningún tipo de poder podrá detener esto.

Pythor: pero la fuerza de un verdadero anacondrai— comienza a hablar mientras Wu suspiraba— si puede— dice simplemente irritando al padre del rubio, quien se acercó más.

Sensei Garmadon: ¿acaso no estás viendo lo que sucede?— le cuestiona frunciendo el ceño mientras Pythor le miraba pestañeando de manera lenta— no se trata de ti— le dice con un tono molesto haciendo gestos con las manos— ¡agrandarte no resuelve nada!— ante eso el de escamas resopla aire mientras rodaba los ojos intentando mantener la paciencia.

Pythor: pero— comienza a hablar mientras abría el libro y comenzaba a buscar la página que necesitaba bajo la mirada atenta de todos, no podían entender lo que este ser les quería decir— si los generales que enviaron al reino oscuro hace años vieran esta burla— se detiene en una página y la apunta— detendrían esta farsa enseguida— finaliza con orgullo al nombrar a sus generales.

Misako: nadie regresa del reino oscuro— se atreve a hablar al recordar ese detalle que alguna vez leyó, todos se quedaron pensando mientras Garmadon tomaba el libro y lo comenzaba a leer.

Sensei Garmadon: a menos que, aquel que los envió— dice lentamente y mira a todos los presentes de manera seria— tome su lugar— todos le miran sorprendidos por aquellas palabras— ¡yo podría liberar a los generales anacondrai!.

Pythor: sí, pero no puedes exiliarte a ti mismo— el padre del rubio le mira atento aun sosteniendo el libro por los bordes que comenzó a apretar levemente— alguien más debe hacerlo y jamás podrás regresar, la magia tiene reglas— dice apoyando ambas manos a los costados de su cuerpo— ¿lo sabes, no?— le cuestiona de manera seria.

Garmadon asintió decidido, si esa era la única manera no tendría opción, además, podría enmendar los errores de su pasado con ese sacrificio que estaba dispuesto a hacer. Misako miro con dolor a su marido, a pesar de que este le mintió, no podía odiarlo, lo amaba con todo el corazón y saber que se iría para siempre le dolía. Wu apretó su bastón con impotencia, no podía creer que su hermano se tendría que sacrificar y al igual que la de cabello gris, no podía odiarlo por más que quisiera.

El de ojos verdes sintió como su mundo se caía, sintió como el corazón le daba un vuelco y se estrujaba, sus ojos se comenzaron a humedecer por la impotencia y coraje que sentía, se sentía débil por no poder frenar con sus poderes a los anacondrai.

¡Era el ninja verde!.

Pero ni con ese título bastaba para derrotar a los guerreros más fuertes de Ninjago que estaban por invadirlos. Avanzo unos pasos hacia su padre, sintiendo su corazón, latir muy rápido mientras fruncía el ceño y la ira junto al miedo lo invadía.

Tú en ninjago (Libro 2 de 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora