Itachi vs Sasuke 2
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- Esto es muy confuso... Ambos se me declararon... Pero... No sé qué debo hacer.- Le contaba __ a su sensei, ya que con Kakashi tenía mucha confianza.
- Entiendo... La verdad es que estás metida en un gran problema, supongo que necesitas que te cuiden para que ninguno de los dos se acerque a tí.- Le dijo su sensei.
- Ya veo... Supongo que está bien que me vigilen...- Dijo mirando al rededor.
Se encontraban sentados en la orilla de un lago, mientras conversaban.
- Necesitamos decirle esto a Tsunade-sama, sabes que si no le decimos un terrible castigo nos esperará.- Dijo rascando su cabeza.
- Lo sé... Pero aún no me siento lista, tengo miedo de que Sasuke e Itachi me odien... Fueron de las primeras personas que me aceptaron como soy.- Dijo bajando la mirada.
- Pero sabemos que es necesario, si queremos que todo esté bien, necesitamos capturar a ambos.- Dijo sacando su libro Icha Icha.
- Supongo que tienes razón... Debemos proteger la aldea.- Dijo la joven cerrando sus puños con fuerza.
- Exacto...- Dijo dándole palmadas en la espalda a la joven mientras que con su otra mano sostenía el libro que leía.
La chica se giró a mirar a su sensei, pudo ver qué Kakashi se sonrojó.
- Por lo visto no se le quita esa costumbre de leer libros eróticos- Rió la chica.
- Tal como diría Jiraiya-sama. No sabes apreciar la buena literatura.- Dijo con una sonrisa trás la máscara.
La joven se soltó a carcajadas, contagiando a su sensei.
La chica se levantó, se sacudió y se dispuso a caminar.
- A donde vas?- Preguntó el Hatake mirándola.
- Voy a ver el lugar- Respondió caminando.
No se dió cuenta que había una rama tirada en el suelo y tropezó.
- Duele..- Dijo sobando la zona afectada.
El peliplata no pudo contener la risa y se soltó a carcajadas.
- Sigues siendo tan torpe como cuando eras niña.- Dijo limpiándose las pequeñas lágrimas que habían salido de tanto reír.
Se levantó y ayudó a __.
- Ni me lo recuerde sensei.- Dijo avergonzada.
- Eran tiempos buenos... Recuerdo que cuando eras una pequeña te caíste de un árbol por intentar tomar una manzana.- Dijo recordando con gracia.
- Yo también pienso que eran momentos inolvidables... Recuerdo cuando estabas leyendo tu libro y sin que te dieras cuenta de mi presencia quité tu máscara... Te enojaste mucho conmigo y me perseguiste sin descanso.- Contó riéndo.
