Pedido por Rangeljesica
Espero que te guste :3
-----------------Celos
-----------.
.
.
La tarde era tranquila, Jiraiya, Tsunade, __ y Orochimaru se encontraban en las aguas termales. la peli__ se dispuso a hablar alegremente con el amable joven que los atendió.
Pero un peliblanco miraba la escena bastante molesto.
- Usted es muy linda señorita, me preguntaba si usted quisiera salir un día de est...- No pudo terminar de hablar, pues un peliblanco había llegado y tomó de la mano a __.
- Tenemos que irnos.- Dijo Jiraiya con tono molesto.
- Pero Jiraiya... Es una falta de respeto que...- Tampoco pudo terminar de hablar, pues el peliblanco habló de nuevo.
- La verdadera falta de respeto, es que ese idiota te coquetee.- Dijo suspirando con molestia.
- De que hablas? No estaba coqueteando!- Dijo.
Salieron de aquel lugar, Tsunade y Orochimaru iban callados presenciando la escena de Jiraiya celoso.
- Bueno... Pero porque te molestas? Siempre eres así cuando alguien se me acerca.- Dijo bajando su mirada.
El peliblanco suspiró, aún no quería decirle sus sentimientos, así que simplemente evadió esa pregunta.
Finalmente llegaron a Konoha, y cada quien se dirigió a sus respectivas casas... A excepción de un peliblanco, que estaba siguiendo a la joven.
- Oh, señorita __. Me alegra verla bien!- Dijo un joven.
- Ah, hola Taiki-kun.- Saludó.
- Por qué la mira de esa manera?- Susurró un peliblanco muy molesto.
- Luego nos vemos señorita, hasta luego!- Gritó para después salir corriendo.
__ suspiró mientras veía como aquel joven se iba, volvió a retomar su camino y finalmente llegó a su casa.
Jiraiya dió una última mirada a la ventana medio abierta de la chica y se asomó para ver el interior de la casa.
La observó recostarse en su cama y la chica cerró sus ojos, quedándose así, profundamente dormida.
El peliblanco suspiró como enamorado y se quedó un rato más ahí, contemplando la belleza de la joven.
- Eres muy hermosa... Si tan solo te fijáras en mí...- Susurró para sí mismo.
Finalmente decidió irse, pero antes de eso. Entró sin hacer mucho ruido a la habitación de ésta y se acercó al cuerpo dormido de la joven.
Iba a depositar un beso en los labios de la chica, pero desvió el beso a su mejilla.
- Descansa, mi querida princesa.- Dijo para después retirarse.