La Carta
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- Puede besar a la novia.
- Felicidades!- Gritaron todos al ver a la pareja besarse tiernamente.
- Muchas gracias a todos.- Dijeron los dos jóvenes sonriendo muy emocionados.
La fiesta dió comienzo, todos bailaban animadamente, mientras que una chica veía a la pareja, unas cuantas lágrimas salieron de sus preciosos ojos __ (C/O).
Respiró profundamente y se acercó a una ventana, para tomar algo de aire.
Y esque ella se encontraba así ya que ella estaba enamorada de Minato desde niños, y él también de ella, pero resulta que cuando Kushina entró a la vida del Namikaze, se olvidó completamente de __.
Sus ojos no paraban de soltar lágrimas, cierto peliplata pasó por ahí, sintiéndose triste por la chica, pues él sabía perfectamente que estaba enamorada de el Namikaze.
Suspiró y se acercó a ella.
No sabía que decir, así que simplemente se acercó y la abrazó.
La chica se sorprendió, más no se separó, pues no tenía la fuerza para hacerlo... Lo que más necesitaba en esos momentos, era desahogarse con una persona cercana a ella. Kakashi.
- No llores sensei...- Susurró el chico.
- Me duele.- Dijo ella aún en llanto.
- Tranquila.- Dijo acariciando los suaves cabellos de la chica.
La joven se fue calmando un poco, para después separarse y despedirse, no quería estar más en ese lugar.
Salió de ahí, nadie se dió cuenta de la ausencia de la chica, solo una persona fue conciente de eso, y fue Kakashi.
Aquella chica triste caminaba en las oscuras calles de Konoha, todos los habitantes de tan preciada aldea se encontraban en la boda del Hokage y Kushina.
Miraba a sus alrededores, todo se encontraba apagado.
Llegó a su departamento y se quitó sus sandalias ninja.
- Estoy en casa.- Dijo, como respuesta, recibió silencio.
Se paró frente a la fotografía de su madre y sonrió con dulzura.
- Estoy en casa, mamá...- Dijo con una sonrisa tierna. - Estoy destrozada... Sabes?- Dijo dejando escapar unas cuantas lágrimas. - La persona que amo, se ha casado, y está muy feliz.- Dijo aún manteniendo su sonrisa. - Mañana temprano iré a llevarte flores... Las rosas que tanto te gustaban.- Dijo con brillos en sus ojos.
Depositó un pequeño beso en la fotografía y se retiró a su habitación, no le apetecía cenar, así que no lo hizo.
A la mañana siguiente, unos golpes la despertaron de sus sueños.