Prisión de omegas, pabellón dos.
Hora: 6:55 a.m
—¿Qué? ¿Sigue durmiendo? —preguntó Jeon mirando a su subordinado con seriedad.
—No durmió en toda la noche, fue al baño a eso de las dos de la mañana, luego de eso, lo escuché moverse de un lado para otro en su cama, estoy seguro que no durmió —explicó Kim Nam Joon, quien había sido el encargado de vigilar a Min la noche anterior junto con Choi.
—Claro que no durmió, ¿cómo iba a tener sueño si se la pasó dormido en el patio todo el día? —renegó el Coronel, mientras se dirigía a la celda del susodicho omega.
Se veía en su mirada que ya estaba molesto. Y no eran ni las siete de la mañana. Dio zancadas largas y fuertes; los omegas que estaban en el pasillo del pabellón, se apartaban de su camino. El olor a enojo y sus ojos centelleando dorado, les producía miedo.
¿Qué omega en su sano juicio se metería con un alfa de alto rango militar cuando estaba enojado? En definitiva, los presos no lo harían, o al menos los que estaban en el pasillo haciéndose a un lado para no estorbarle el paso al tipo moreno de más de metro ochenta y cinco centímetros de alto y con una masa muscular por encima del promedio. No, en definitiva, no estarían en el camino de ese alfa furioso.
El alfa llegó a la puerta de la celda de Yoongi y entonces se detuvo en seco al verlo durmiendo sobre la cama desordenada.
"La madre que me parió" gruñó el alfa internamente.
El omega llevaba unos pantalones cortos, que con descaro dejaban a la vista sus largas y delgadas piernas blancas sin un solo vello. Jeon había visto chicos lindos con piel perfecta, pero el omega frente a él estaba a otro nivel.
Tomó una bocanada profunda de aire a través de su mascarilla y entonces, entró a la celda con pasos fuertes y largos, llegó al pie de la cama y desde allí, gritó:
—¡Prisionero 0102! —tomó las sábanas con sus manos y tiró de ellas, para después dejarlas caer al suelo —. ¡Levántate, ahora!
Sin sábanas para abrazar y con los fuertes gritos del alfa, Yoongi gruñó con el ceño fruncido.
—No —dijo Yoongi sin dudar mientras se enroscaba en su propio cuerpo para continuar durmiendo, pero entonces, el aroma acre del alfa llegó a sus sentidos.
"Mierda" pensó y con un solo ojo abierto se detuvo a mirarlo. El alfa parecía un toro bufando frente a él desde el pie de la cama. Con sus manos en su cintura en señal de enojo, lo miraba ceñudo.
—¿Qué acordamos ayer? Si quieres recibir tienes que dar, de lo contrario no hay trato, se llama cambio equivalente —le reprendió el alfa, mientras lo miraba aun acostado.
—Pero tengo sueño —gruñó Yoongi mientras se acurrucaba más. Sin embargo, fue solo un intento en vano. En segundos el alfa había tirado de sus delgadas piernas hacia afuera de la cama.
Yoongi gritó sorprendido y al mismo tiempo con la piel de gallina al sentir el tacto del alfa en sus talones. No obstante, la sorpresa y la emoción fueron efímeras, pues en seguida se había encontrado fuera de la cama y sentado en el suelo de su celda como si se tratara de un niño pequeño.
—Arriba, báñate y ve a desayunar, si no estás en la sala común antes de las ocho, no desayunarás, te lo advierto —dijo el alfa, dando media vuelta y dejando al omega perplejo en el suelo.
Varios omegas estaban husmeando fuera de su celda. Estaban tan perplejos como Yoongi, al verlo en el suelo sentado.
—Min—dijo Mina, la chica que se encargaba de la ropa sucia esa mañana —, vengo por las sábanas, ¿puedo tomarlas?
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Prisión de Omegas (Kookgi) +18
FanfictionEl infierno para algunos, el paraíso para otros. La prisión de omegas era lo que podría denominarse el reino de Min Yoongi, un omega preso como todos los demás, pero al mismo tiempo, completamente diferente a ellos. Min poseía un gen dominante y po...